Ales Muñoz aprendió de la forma más cruel el pasado domingo que no se puede protestar a los árbitros. Corría el minuto 65 del partido ante el Hellín cuando el capitán del Gimnástico de Alcázar recriminó a Montero de Lerma una acción no penalizada sobre un compañero de equipo, algo que le ocasionó una cartulina amarilla. Pero lejos de cesar en sus protestas, continuó intentando obtener una explicación del colegiado, algo que le ocasionó una tarjeta roja directa y una sanción de tres encuentros. El jugador reconoce que «fui a hablar con él porque le estaban haciendo falta a Benítez y encima pitaron en contra nuestra, y entonces le pedí explicaciones con educación, pero directamente me expulsó». Indignado, Ales Muñoz defiende que «tienen que entender los nervios que tenemos y lo mucho que nos estamos jugando».  
A pesar de no entender el proceder de Montero de Lerma, admite que «no tenía que haberme acercado a él; me fastidia mucho pero me va a servir para aprender». Este domingo visita el Municipal el equipo de La Gineta, «un partido clave», y Ales  Muñoz cumplirá el primero de sus tres encuentros de sanción.

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