«La Inspección de Trabajo ha luchado intensamente en los últimos años contra las empresas ficticias»

Manuela Lillo
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Justo Serrano, jefe de la Inspección de Trabajo en Ciudad Real

Cuáles son los principales fraudes que se comenten a la Seguridad Social desde el punto de vista laboral?

En materia de Seguridad Social, los tradicionales fraudes son la falta de altas y el trabajo por parte de desempleados que están cobrando la prestación de la Seguridad Social o el subsidio de desempleo. Estos fraudes son perseguidos especialmente por parte de la Inspección  en todos los sectores, aunque principalmente en el agrícola y en la hostelería, donde principalmente se dan al ser los predominantes en la provincia. No obstante, también hay otro tipo de fraudes.

¿Como cuáles?

Como la realización de jornadas superiores a la máxima legal. También me gustaría destacar que las formas de fraude se intensifican de forma proporcional al trabajo de la Inspección. Las formas de fraude van mutando de forma continua y si nosotros nos centramos en un sector, nos damos cuenta de que las altas se incrementan como consecuencia de la actuación de la Inspección y disminuye el fraude. Por eso intentamos rotar en los sectores donde existe un mayor fraude. Éste afecta tanto a los trabajadores, ya que al ser objetivo del fraude cobran menos salarios, realizan más jornadas y tienen menos protección social, pero también afecta a las empresas, ya que hace que exista una competencia desleal que puede conllevar la desaparición de las mismas, y también afecta al Estado, a los ingresos que recibe de la Seguridad Social y de los impuestos.

¿Cómo se combaten esos fraudes?

Estos fraudes se combaten a través de la actividad ordinaria y cotidiana del equipo de trabajo, que consiste en atender denuncias que plantean los trabajadores o, incluso, las empresas, pero también se combaten a través de campañas que se organizan en los sectores más sensibles, como la agricultura, la hostelería o el transporte.

¿Qué evolución han seguido esos fraudes durante la crisis?

Creo que han ido en aumento debido a la situación desesperada que en la que se encuentran algunas personas como consecuencia de la crisis.

¿Cómo se castiga?, ¿cuál es la respuesta por parte de la Inspección de Trabajo una vez que se detectan esos fraudes?

Depende, si se trata de una falta de alta ordinaria, se pone una multa económica al empresario; si es una falta de alta a un trabajador que está cobrando la prestación por desempleo o el subsidio, no sólo se pone una multa económica más alta al empresario, sino que también se sanciona al trabajador, extinguiéndole la prestación por desempleo. En estos casos, existe una connivencia entre el trabajador que está prestando estos servicios y cobrando el desempleo y el empresario que acepta la prestación del servicio. Son sanciones muy duras para los trabajadores y para las empresas la cuantía mínima es de 10.001 euros.

¿Las campañas llegan a todos los sectores o sólo se desarrollan en algunos?

La Inspección de Trabajo, con los recursos que tiene, intenta llegar al mayor número de empresas y de sectores económicos posible, aunque también intentamos buscar en aquellos en los que tenemos sospechas de que existe mayor empleo irregular. La Inspección de Trabajo es un servicio público que no deja al margen a ningún sector económico y prueba de ello es la actividad cinegética. Hasta hace uno o dos años no se realizaban actuaciones en esa actividad, aunque sobre este sector se ha actuado con mucha cautela, con reuniones previas al inicio de la actividad inspectora con objeto de coincienciarlos de que es un sector económico y que mueve a muchos trabajadores de distintos ámbitos, como del agrícola y de la hostelería. Es decir, era necesario realizar un control por parte de la Inspección en él como se realiza en cualquier otro sector.

Quizás consideraban la caza como una actividad más deportiva y de ocio que desde un punto de vista económico y por eso hubo quejas al principio por parte del sector cinegético...

Sí, las quejas se dieron principalmente el año pasado, que fue cuando se empezaron a hacer las inspecciones. Hubo reuniones al máximo nivel, con la Delegación de Gobierno y con la Subdelegación y este año se han seguido haciendo y ya no existe problema. Son conscientes de que es un sector económico que mueve a muchos trabajadores y que hay que realizar inspecciones. Lo mismo quizá ocurría con las inspecciones que se hicieron en la vendimia hace veinte años, ya que en aquella época no se entendía, pero con el transcurso del tiempo a nadie le extraña que nos presentamos en una finca agrícola para realizar un control de la Seguridad Social.

¿Se ha normalizado la contratación en las campañas agrícolas?

Sí, la verdad es que los empresarios del sector agrícola están acostumbrados a recibir inspecciones y cada vez está más regularizada la situación en este sector. Cada vez es más complicado constatar infracciones de las que estábamos hablando antes, de falta de alta o de desempleados prestando servicio.

¿Cuáles son los principales resultados que ha cosechado la Inspección en 2014?

En año pasado, a pesar de que se ha producido una disminución del empleo aflorado, se han cumplido los objetivos que marca el Ministerio, ya que hemos conseguido que afloraran 1.027 empleos y se han transformado 358 contratos de temporales a indefinidos. También se han liquidado más de seis millones de euros, tanto fruto de recaudaciones inducidas como de actas de liquidación.

¿A qué atribuye esas buenas cifras?

Se debe, a mi juicio, a la buena planificación, tanto de la Dirección General y de la Dirección Territorial, como a la gran implicación por parte de los compañeros, tanto de inspectores, como de subinspectores, como del personal administrativo de la inspección de Trabajo de Ciudad Real.

Otro de los principales quebraderos de cabeza es la economía sumergida, ¿en qué niveles se sitúa la economía sumergida de la provincia y qué evolución ha seguido?

Todo son previsiones, es imposible conocer cuáles son los niveles de economía sumergida. Son especulaciones y no digo que estén faltas de razón, pero es imposible saber el dato preciso. Creo que se detecta en sectores tradicionales, donde ha habido mucha economía sumergida, pero entiendo que es posible que durante la crisis se hayan refugiado trabajadores y empresarios en este tipo de economía sumergida.

Por otra parte, ¿qué evolución han seguido los accidentes laborales en la provincia durante la crisis?

Creo que en esta época de crisis se ha reducido mucho el número de accidentes laborales y la reducción de los mismos es posible que esté relacionada con la disminución de la actividad económica de la construcción, pero en ningún momento por parte de la Inspección de Trabajo se ha bajado el nivel de exigencia respecto a la seguridad y salud de las empresas, ya que la investigación de accidentes forma parte de la actividad ordinaria de la Inspección de Trabajo. Así pues, insisto en que la actividad de la prevención de riesgos laborales en ningún momento se ha relajado durante la época de la crisis.

¿Cree que se ha descuidado por parte de las empresas al enfrentarse a una época de crisis en la que han tenido que reducir gastos?

Es innegable que la organización de la prevención puede suponer un coste para las empresas, pero no tienen que ver la prevención de riesgos como un coste, sino que tiene que formar parte de la organización de la actividad empresarial, tienen que asumirlo así y sobre todo porque a corto y a largo plazo es más rentable tener una organización preventiva eficaz y que prevenga a los trabajadores de la existencia de posibles accidentes de trabajo o enfermedades profesionales, que llevan aparejados graves consecuencias para las empresas, como son el recargo de prestaciones, aparte de las sanciones propuestas por parte de la Inspección.

¿Han aflorado empresas fantasma en la provincia?

Sí, efectivamente, en los últimos años, la Inspección de Trabajo ha luchado intensamente contra las empresas ficticias, que son empresas que se constituyen únicamente para generar prestaciones por desempleo. Son empresas sin actividad que se constituyen, no cotizan a la Seguridad Social y únicamente están previstas para generar esas prestaciones que le decía o para permisos de trabajo para el caso de los extranjeros. Durante los últimos años, por parte de la Inspección de Trabajo a nivel nacional, de la comunidad autónoma y de la provincia se ha luchado intensamente contra estas empresas.

¿Qué instrumentos tienen frente a ello?

Tenemos instrumentos como una nueva guía de actuación o aplicaciones informáticas específicas para luchar contra este tipo de empresas. También existe un convenio de colaboración entre el Ministerio de Trabajo y el de Interior para perseguir este tipo de empresas porque la Inspección de Trabajo, cuando constata las infracciones tramita un procedimiento administrativo, pero hay supuestos en los que este procedimiento administrativo, que termina en actas de infracción, puede ser por actos constitutivos de delitos. En ese caso, nosotros lo comunicamos a las Fuerzas de Seguridad del Estado y al Ministerio fiscal para que realicen las investigaciones que consideren oportunas para esclarecer los delitos.

Les ha complicado la vida, por así decirlo, las nuevas tecnologías y los fraudes que se cometen a través de Internet. ¿Se tienen que reciclar constantemente para esta finalidad?

Por parte de la Inspección sólo tenemos competencias para las empresas que están domiciliadas en Ciudad Real, pero a través de Madrid intentamos estar totalmente actualizados frente a los nuevos tipos de incumplimientos que puedan surgir.

¿Qué relación mantiene la Inspección de Trabajo con la patronal?

Yo, en el momento en el que me nombraron jefe de Inspección, tuve una reunión con el sector de la empresa, con las principales asociaciones de empresarios, desde la construcción, al transporte y las asociaciones agrícolas, y me puse a su disposición para lo que hiciera falta, para abrir las puertas de la Inspección para la presentación de cualquier tipo de comunicado o denuncia que nos alerte de empresas que están en situación irregularidad. También les informé de la posibilidad de realizar cualquier tipo de charla informativa a los empresarios y así se hizo, por ejemplo, con Asaja antes de empezar la vendimia y se les dio toda la información pertinente que consideraron oportuna en relación con la campaña.

¿Qué papel cree que deben jugar los sindicatos?

Es innegable que los sindicatos ahora están pasando por un mal momento por el tipo de escándalo que están surgiendo, pero no concibo a estas alturas un ordenamiento jurídico sin ellos. Está claro que representan a los trabajadores y que en la mayoría de las ocasiones lo hacen bien y colaboran activamente con la Inspección de Trabajo, comunicándonos incumplimientos que a su vez son puestos de manifiesto por parte de los trabajadores a los sindicatos y están a disposición de la Inspección para colaborar.

¿Qué retos se marca desde la Inspección de Ciudad Real?

Mejorar nuestras actuaciones, especializarnos aún más si cabe en nuestro trabajo e incrementar el número de medios tecnológicos de los que disponemos de cara a prestar un mejor servicio a los ciudadanos, a los trabajadores.