Fue el Papa que venía del Este, más allá del Telón de Acero. Tan solo por ello ya fue extraordinaria la elección del arzobispo de Cracovia Karol Wojtyla como líder de la Iglesia Católica. Él fue el primer no italiano que se sentaba en la silla de San Pedro en 450 años y su carácter estuvo marcado por haber vivido dos dictaduras (la ocupación nazi en la Segunda Guerra Mundial y el estalinismo) en las que no había espacio ni para la Iglesia ni para la religión.

Santo subito (canonización enseguida) pedían los fieles tras su muerte en 2005. Y ese deseo se verá cumplido este próximo domingo tras un proceso extraordinariamente rápido: Juan Pablo II (1920-2005) entrará en el santoral junto a otro Pontífice, el italiano Juan XIII (1881-1963).

El 27 de abril, el segundo domingo de Pascua también conocido como el Domingo de Misericordia, ambos pasarán solemnemente a formar parte de la Historia de la Iglesia Católica. Se espera que cientos de miles (e incluso de habla de millones de personas), acudan a la ceremonia en la Plaza de San Pedro o la sigan en las grandes pantallas en la Ciudad Eterna. El Santo Padre Francisco presidirá la ceremonia.

Fue decisión de Bergoglio canonizar al mismo tiempo a Angelo Giuseppe Roncalli, Juan XXIII, a quien por su humildad y cercanía con el pueblo se le conoce como El Papa bueno.

La ceremonia seguirá un rito simplificado y contará con las reliquias de sangre y piel de ambos Pontífices.

Delegación española.

Los Reyes de España encabezarán la delegación española que asistirá a las canonizaciones de los Papas. Será el próximo lunes cuando Don Juan Carlos y Doña Sofía serán recibidos por el Santo Padre Francisco en una audiencia privada en el Aula Pablo VI y, previamente, se reunirán con el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin.

Al menos 93 delegaciones oficiales y 24 jefes de Estado asistirán a la ceremonia religiosa en la Plaza vaticana, según informó ayer el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el padre jesuita Federico Lombardi.