La investigación se inicia al tener conocimiento de la comisión de seis hechos delictivos con el mismo "modus operandi", es decir, mediante el procedimiento burdo pero eficaz, consistente en el lanzamiento de objetos localizados en la vía pública (tapas de alcantarilla, piedras, baldosas etc) contra el escaparate de los comercios, consiguiendo de esta manera una vía de acceso rápido.La localización de los robos, muy cercana a los domicilios de los presuntos autores, lo que garantizaba una rápida huida, fue una de las pistas que puso en la vía correcta a los investigadores.Se realizan gestiones y se llega a la plena identificación de un grupo criminal compuesto por cuatro personas, las cuales actuaban en grupo y con clara distribución de tareas, procediéndose a la detención de dos de los integrantes, siendo uno de ellos "el cabecilla" quien, una vez que pasó a disposición Judicial, se decretó su ingreso en prisión.