Una negociación en la que el sindicato parte de la premisa de que el salario en el sector no sea inferior a los mil euros, con incrementos de sueldo en los próximos cuatro años y con la intención de que las administraciones, en las próximas licitaciones de servicios de limpieza, no hagan adjudicaciones a la baja. «Tenemos claro que el 2018 debe ser un año impulsador de derechos, llevamos casi una década de retroceso de los mismos, pagando todas las consecuencias de la crisis en los centros de trabajo, siendo demasiado responsables en ocasiones con la situación que se nos dibujaba en cada momento, y ha llegado el momento de la recuperación, del impulso y de la justicia social», indicó el sindicato