Este año encarará la séptima edición del Encuentro Mundial del Vino a Granel (World Bulk Wine Exhibition), ¿qué novedades presenta?

La estructura de la feria es similar a la de otros años, de manera que cuenta con una sala para los expositores; la sala donde se pueden catar los vinos por parte de los compradores y también la  llamada zona The Vine, que el año pasado fue una novedad porque es un lugar en el que las empresas y las universidades que están investigando la uva y sus derivados  pueden exponer sus trabajos. Además, contamos con la sala de conferencias, donde seguiremos abordando la comercialización y, en esta ocasión, incidiremos en tres países muy importantes: México, Reino Unido y Alemania. Como novedad que usted me preguntaba, las bodegas podrán exponer por primera vez sus vinos y hacer una cata comentada en una sala especial que vamos a tener. Podrán hacerlo con un coste adicional, al igual que asociaciones, denominaciones de origen o denominaciones geográficas como Castilla-La Mancha u otras regiones.

El año pasado comenzaron a tener presencia en la feria los países del este, ¿seguirá creciendo  este año?

Sí, el año pasado hubo 19 países en la feria porque creo que no hay más países que produzcan vino en todo el mundo. El objetivo de este encuentro es crecer de forma sostenible, entre un 15 y un 20 por ciento cada año, y en esta ocasión lo vamos a hacer de nuevo a través de los países del este, ya que solamente Moldavia trae siete bodegas más que el año pasado. Los vinos del este son muy interesantes y absolutamente desconocidos.

Castilla-La Mancha y la provincia de Ciudad Real siempre han apostado por la feria, ¿mantendrán su presencia?

Actualmente hay 45 bodegas apuntadas de Castilla-La Mancha correspondientes a todas las provincias, a excepción de Guadalajara. Asimismo, están representadas todas las bodegas que pueden vender vino a granel. En cuanto a la presencia de la provincia de Ciudad Real, contamos con 13 bodegas inscritas y tengo que decir que esta provincia no sólo es significativa en número de bodegas, sino también en el volumen de vino que aportan. Es importantísima.

El consejero de Agricultura ha animado esta semana a vender el vino a granel «desde menos manos», apostando por la integración, ¿qué le parece esta propuesta?

Respeto la opinión del consejero, pero creo que es el mercado el último que habla. Entiendo que desde la política siempre se tiene muy buena voluntad para comercializar los productos que tenemos, pero es el mercado el que decide. Además, considero que en un granel básico puede ser posible lo que dice el consejero, pero en los que hay valor añadido, que suponen el 17% de las ventas de granel español, eso no puede suceder porque son graneles específicos. Del mismo modo, pienso que no se puede hablar del vino en general como un commodity porque no lo es, ya que también hay un ascenso bestial de los vinos de calidad. Somos una gran región, que podemos producir vinos de calidad y el que tengamos cantidad no quiere decir que no produzcamos vinos de calidad que pueden encontrar un sitio en el mercado si se comercializan bien.

Sobre el granel también se pronunció este verano Félix Solís, quien dijo que es «un lastre para la exportación». ¿Qué opina al respecto?

Que en el Encuentro Mundial de Vino Granel hay 19 países representados y 250 bodegas a las que no les parece que sea un lastre su comercialización, todo lo contrario, los compradores están buscando esos vinos para mejorar lo que tienen. La comercialización del vino a granel es la columna vertebral de la venta del vino, sin él no se podrían mejorar muchísimas variedades que hay en el norte de Europa o, al revés, refrescar los vinos cálidos del sur. Cuando existe un mercado tan maduro como el granel, supongo que no será un lastre, sino una oportunidad en el mercado. Además, tiene un tejido social y económico muy importante para Castilla-La Mancha y él propio Félix Solís también lo puso de manifiesto en esa entrevista. En el mercado del vino no tiene porqué ser todo embotellado ni todo a granel, ojalá embotellemos todo lo que producimos, pero también hay otras utilidades del vino a granel que son maravillosas. De hecho, para hacer vinos de calidad, el agricultor tiene que madurar y responsabilizarse de lo que hace, su visión no se puede quedar sólo en la vendimia y en llevarlo a la cooperativa.

¿Cuál debe ser su función?

 El agricultor tiene que producir calidad para que lo premien en las bodegas, ya que ese vino sí tendrá sitio en el mercado. Por contra, si produce vino sin calidad, no vamos a poder comercializarlo porque el mercado no lo va a absorber. En Castilla-La Mancha no es difícil producir vinos de calidad, lo único que hay que hacer es regar un poco menos y cuidar un poco más el viñedo.

¿Cree necesario diferenciar las uvas que se llevan hasta las cooperativas?

Eso es vital, los enólogos no son magos y, al igual que los cocineros, necesitan un buen producto para hacer buen vino y poder venderlo con un valor añadido. Si lo que reciben no se puede ni elaborar con un poco de dignidad, el mercado no va a absorber ese producto. Así que, por supuesto que las bodegas deben premiar, y no castigar, los vinos que llevan calidad. El agricultor que lo haga bien, que lleve una uva sana, con polifenoles y con el grado justo, tiene que recibir una compensación en el precio.

¿Cómo cree que las bodegas deben enfocar la comercialización de los graneles?

Creo que lo primero que tienen que hacer las bodegas es decidir donde quieren dirigir su producto. Por ejemplo, si quieren dirigirlo a China tienen que hacer un tipo de producto y estudiar ese mercado, que es muy diferente a si lo quiere dirigir a Estados Unidos o México. No se puede hacer al revés, el hacer aquí el producto y esperar a que lo compren, eso es imposible. De igual forma, considero que el embotellado es maravilloso y el granel también, pero de lo que se trata es de poder venderlo todo.

¿Qué papel ha jugado la feria en las exportaciones?

Hace diez años se exportaban unos 10 millones de hectolitros, de los cuales entre el 40 o 50% podía ser granel, mientras que ahora se venden fuera 23 millones de hectolitros, de los que también entre el 40 y 50% es granel. Del mismo modo, el peso del granel en las exportaciones a nivel mundial ha pasado del 34% en el año 2000 en volumen y el 9% en valor, al 37,7% en volumen y el 10,5% en valor en 2014, pese a la caída del precio global. En el análisis de estos datos también hay que tener en cuenta que antes había entre ocho y diez millones de hectolitros que iban a destilación y ahora el mercado ha sido capaz de absorberlos y se están vendiendo. Además, tengo que decir que el director general de la Organización Internacional del Vino (OIV), Jean-Marie Aurand, afirmó que la feria es el referente mundial del sector y que hemos dignificado ese mercado a granel.

¿El mercado ha sabido aprovechar la comercialización a través de plataformas como la  World Bulk Wine?

Ha habido una evolución en el mercado del vino que ha propiciado que podamos salir a exportar. Por ejemplo, hace veinte años se iniciaron las inversiones en tecnología en las bodegas y también se ha invertido en directores técnicos, por lo que ahora casi todos los enólogos tienen la titulación, mientras que antes eran bodegueros los que sabían el oficio. Por otro lado, está el tema del agricultor, que cada vez tiene más dignidad, como sucede en Francia, y yo creo que estamos a punto de conseguir que se equiparen a los del país vecino. Creo que todo eso ha sido gracias a que los productos, aunque nos quejemos mucho, se están vendiendo con un poco de dignidad.

¿Qué relevancia tiene la feria a nivel internacional?

En importancia de compradores de vino a granel es la primera, aunque es una rareza de feria porque es muy pequeña en comparación con otras. No obstante, es negocio puro y en el mercado del granel es la única que hay en el mundo y tiene un prestigio reconocido por parte de los compradores y de los expositores. En cuanto a la importancia en relación con otras ferias, estamos entre las tres primeras, y no lo decimos nosotros, sino los visitantes. Una prueba de su relevancia es que la empresa británica Euromoney ha entrado este año con su capital.

¿Qué papel jugarán las iniciativas paralelas en el encuentro?

Pues tengo que decir que uno de los motivos del crecimiento de la feria del año pasado fue la puesta en marcha The Vine, ya que estamos dando importancia a aquellas universidades y empresas que están estudiando productos sobre la vid y que pueden producir muchísima riqueza. Ofrecen desde abono, a alimentos, cosmética o té y es una novedad en la que queremos seguir creciendo. Del mismo modo, recuerdo que impulsamos el único concurso de vino a granel del mundo.

¿Qué le parece la decisión del Gobierno regional de eliminar la Cumbre del Vino y apostar en mayor medida por Fenavin?

Creo que Fenavin es un referente que hay que apoyar, esté el Gobierno que esté. Si dentro de Fenavin deciden que exista una cumbre o un encuentro, como lo quieran llamar, a mí me parece perfecto porque las sinergías que puede haber entre unos y otros pueden propiciar la comercialización. Si han decidido no hacer la cumbre, no sé, pero sí estoy de acuerdo en que Fenavin hay que apoyarlo.

¿Contarán con el apoyo del Gobierno regional para la nueva edición de la World Bulk Wine?

Como todo es novedad este año, yo espero que sí y, de hecho, ya el IPEX nos apoya con una subvención que creo que llega al 15%, por lo que le trasladamos nuestro agradecimiento. Nosotros, como cada año, vamos a invitar al presidente y al consejero de Agricultura y si pueden ir a Amsterdam, estaremos encantados de recibirlos. De hecho, tengo que decir que la primera edición que se celebró del encuentro fue gracias al apoyo de la Consejería de Agricultura, en la que en ese momento estaba José Luis Martínez Guijarro y Carmen Pavón y mi recuerdo para ella porque realmente fue muy valiente, reunió al sector y, gracias a aquellas conversaciones, puedo salir la primera edición.

También contarán un año más con el apoyo de Globalcaja, indiscutible en la feria.

Sí, efectivamente, Globalcaja y nosotros somos inseparables y como cada año sigue apoyando la presencia de las bodegas en Amsterdam con el 15%, sin olvidar que también nos presta apoyo en el encuentro del aceite, con hasta el 40% de los precios de los stand.

¿Qué retos se marca para este año?

Como cada año, que todas las bodega se traigan contactos y tenga éxito comercial, que es el único objetivo que tenemos. Queremos que tengan éxito en las exportaciones y que el sector pueda tener el conocimiento mundial de sector del vino.