Un bucle sin fin

Pilar Muñoz
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El miércoles los administradores concursales entregarán su informe sobre las propuestas de mejora para la compra del aeropuerto. Después, el juez dictará un auto de aprobación de remanente y más tarde el título de propiedad

El capítulo que narra el proceso de subasta y adjudicación del aeropuerto de Ciudad Real puede estar escribiendo estos días sus últimos renglones. El miércoles, último día del plazo dado por el Juzgado, los administradores concursales harán entrega de un informe sobre las propuestas de mejora presentadas para la compra del Aeropuerto de Ciudad       Real, y, a la vista de este informe y tras las pertinentes consideraciones, el juez dictará un auto de aprobación de remanente. Se dará un plazo para que el adjudicatario ingrese la cantidad estipulada y después se dictará un auto de adjudicación; es decir, el título de propiedad.

Se pondrá de este modo punto final a un bucle sin fin que empezó en agosto de 2013 cuando la infraestructura aeroportuaria salió a subasta con la intención de adjudicarla en primera instancia por 100 millones de euros. Según los administradores concursales, la cosa iba a estar resuelta para Navidades, de 2013 se suponía. Luego se habló de Semana Santa, más tarde para después de primavera...

En estos veintiséis meses han aparecido ofertas de toda condición que se iban desestimando una tras otra por su escasa solvencia y/o nula viabilidad: todas tenían en común su incapacidad para avalar el cinco por ciento de las millonarias cantidades que decían ofrecer por el aeropuerto de Ciudad Real.

Y así se llegó hasta el pasado 17 de julio, un viernes que será recordado por ser el día en que Ciudad Real y su aeropuerto estuvieron en boca de toda España después de que se desvelara la oferta de 10.000 euros presentada por Tzaneen International y de que la sociedad supuestamente china asegurara en una nota remitida a los medios nacionales que se había adjudicado el aeropuerto por dicha cantidad.

El revuelo que causó que el aeropuerto de Ciudad Real pudiera haberse vendido por 10.000 euros forzó la intervención del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Castilla-La Mancha. A primeras horas de aquella tarde remitió una nota en la que aclaraba que el hecho de que no hubieran licitado más postores no quería decir que el procedimiento de venta hubiera concluido, ya que, como recogía una providencia del 10 de abril del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 4 de Ciudad Real con competencia en Mercantil, «si la mejor postura ofrecida fuera inferior al 70% (del valor de tasación), se concederá a cualquier tercero el plazo de 20 días hábiles para que mejore la misma». El valor de tasación a efectos de subasta de la infraestructura aeroportuaria se fijó en su día en 40 millones de euros, por lo que el 70% suponen 28 millones de euros, cantidad infinitamente superior a los 10.000 euros ofertados por Tzaneen Internacional.

A la vista de esta situación, explicaba el TSJ, la secretaria judicial del Juzgado dictó una diligencia abriendo el plazo de 20 días hábiles para que quien lo deseara mejorara la postura de 10.000 euros presentada por Tzaneen. Dado que agosto se consideraba inhábil a efectos procesales, el plazo de recepción de ofertas se extendió hasta el 14 de septiembre a las 15.00 horas.

Las propuestas.  Y llegó el día. 24 horas después, una diligencia del secretario del Juzgado informaba de que se habían recibido hasta seis ofertas y el que acto de apertura de sobres tendría lugar el día 23.

Sin embargo, ese día se abrieron ocho sobres con otras tantas propuestas: Michael Aubrey Flacks, que ofrecía 200.000 euros; Grupo Orden 12, 38 millones; ECA Program Group PLC, 80 millones; International Auction Group, 1,5 millones; Christian Martínez, 42 millones; Diamond Inversiones en Infraestructuras SL, 28,5 millones; Richard Taffin de Givenchy AG, 125 millones y, por último, Troy Matthews, of the Company, TM, que no especificaba cantidad alguna.

Pero eso no quiere decir que  todas se hayan tomado en consideración. El acta levantada por el secretario relaciona estas ocho ofertas pero también señala incidencias a tener en cuenta, como que las últimas cuatro reseñadas llegaron fuera de plazo, que la de Michael Aubrey Flacks y la de International Auction no alcanzaban el importe mínimo exigible y, lo más importante, que ninguna de estas seis iba acompañada de un documento que acreditara que habían satisfecho el aval del 5% del importe de su oferta, garantía imprescindible para participar en la puja. A la vista de estas consideraciones, cabe pensar que sólo hay dos posibles adjudicatarios del aeropuerto de Ciudad Real, el Grupo Orden 12 o ECA Program Group PLC, los únicos que al parecer cumplieron las estipulaciones exigidas. La solución, el miércoles, aunque tratándose del aeropuerto de Ciudad Real nunca se sabe.