Pilotos de la Base de Almagro participan con dos helicópteros BO-105 (Bolkow)  en unas maniobras en las que intervienen unos 75 militares del Mando de Operaciones Especiales (MOE), la elite del Ejército español, para perfeccionar esta semana con helicópteros la inserción y extracción de efectivos de suelo supuestamente hostil, así como otras operaciones de apoyo de fuego y de tiro de precisión desde las aeronaves.

Los militares destinados en Almagro regresan hoy a la base tras haber participado en estos ejercicios tácticos que empezaron el lunes en el acuartelamiento ‘Alférez Rojas Navarrete’ de Alicante, sede del MOE, y próximo al campo de tiro de Agost. Además de los helicópteros de ataque Bolkow de Almagro, han participado aeronaves de otras bases de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra (Famet). En concreto un ‘Cougar’ y un ‘Super Puma’ con base en Sevilla; y dos  ‘Chinook’ de Colmenar Viejo (Madrid). En cuanto a los equipos y tripulaciones, han participado unos 150, entre ellos 75 soldados adicionales.

Los militares del MOE que participan en estos ejercicios forman parte del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) ‘Valencia III’. Su teniente coronel jefe explicó que los ejercicios tratan de ser «lo más reales posibles» a una posible situación hostil y son «fundamentales» para garantizar la «capacidad de inserción y extracción (de efectivos) y para que las unidades reciban un apoyo adecuado en un momento dado», en el marco de una misión. Entre los ejercicios que se trabajan están las modalidades de rápel y ‘fast-rope’ para los descensos desde los helicópteros y el ‘spierig’ o extracción de los soldados desde tierra sin que las aeronaves lleguen a tocar el suelo.

El GOE ‘Valencia III’ protagoniza despliegues en el exterior desde 1991, con participaciones en países como Bosnia-Herzegovina, Kosovo, Irak y Afganistán. Casi todos los militares que intervienen en el ejercicio han estado desplegados el primer semestre de 2015 en Irak para prestar asistencia militar al Ejército y policía de ese país en su lucha contra el Daesh (acrónimo árabe del Estado Islámico o EI).

De ahí que se hayan centrado en tácticas de combate urbano para evitar los ‘trampeos’ (explosivos caseros escondidos en viviendas) y el uso de armas pesadas, como morteros y lanzagranadas.