Ecos de un éxito de diez años

Diego Farto
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Los protagonistas de la declaración de la Semana Santa de Ciudad Real como de Interés Turístico Nacional recuerdan como fue el trabajo para conseguirlo y la emoción con que se vivió este logro

En la parte álgida de la cuaresma Ciudad Real se agita con los preparativos de una nueva Semana Santa que este año llega teñida por el recuerdo de lo ocurrido el 14 de febrero de 2006 se hizo público su declaración como Fiesta de Interés Turístico Nacional. Los que fueron protagonistas de aquella ocasión recuerdan de forma muy vivida aquellas fechas.

Al mismo tiempo, la declaración ha tenido un efecto llamada que constata el actual comisario de la Asociación de Cofradías, Vicente Velasco, «cada vez hay más gente. Yo siempre hago alusión a la fotografía célebre que hay por ahí rodando, del Martes Santo, la del Medinaceli en el encuentro con la Esperanza, que no cabe ni un alfiler».

A ese efecto llamada, Velasco añade que para «las hermandades ha supuesto un revulsivo y la prueba la tenemos en que Ciudad Real tenemos cada vez mejores tallas, las túnicas se han cuidado muchísimo, los cortejos procesionales igual». En este mismo sentido, quien fuera presidente de la Asociación de Cofradías en el momento de la declaración, Emilio Martín Aguirre, afirma que «Desde la asociación de cofradías se insistió mucho en que había que hacer más hincapié en la puesta en escena de la salida a la calle, aumentar los hermanos de túnica,  tener una buena presencia para que la gente que nos visitara volviera otra vez».  Otro efecto que Martín aprecia es que «de diez años para acá se ha incrementado el número de actos de todo tipo, en la Semana Santa».

Cuando recuerda los hechos de hace diez años, el entonces presidente de las cofradías no puede evitar sonreír:«Fueron años de trabajo duro hasta conseguir que desde el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio (por aquel entonces lo encabezaba José Montilla) nos reconocieran que la Semana Santa era de Interés Turístico Nacional».

El empujón. Yendo hacia atrás, el alcalde de Ciudad Real en aquellos momento, Francisco Gil-Ortega precisa que «tres años antes hubo una solicitud de la Asociación de Cofradías para que les ayudáramos a conseguirlo, fue algo que me lo tomé de una manera personal. Desde el Ayuntamiento conversamos con el Secretario de Estado de Cultura, Luis Alberto de Cuenca, que vino a  Ciudad Real y admitió que Ciudad Real tenía una Semana Santa interesante, por lo que nos animó a ir trabajando al Ayuntamiento y las cofradías», comenta.

Martín Aguirre relata que «conseguimos que todas las instituciones nos respaldarán, porque eso era imprescindible, y luego organizar varios estudios, entre ellos uno del impacto turístico que había en la ciudad, y luego una campaña promocional a nivel nacional de la Semana Santa que fue el último requisito», una campaña que se realizó por cuenta del Ayuntamiento porque «nosotros no teníamos medios», comenta.

Ya a primeros del año 2006 la decisión se esperaba de forma inminente, momento en el que la Asociación de Cofradías acudió al entonces presidente de la Junta de Comunidades, José María Barreda, para pedirle un último empujón «era el 13 de febrero, lo recuerdo perfectamente», revela Martín Aguirre, en aquella fecha la decisión ya estaba tomada, «pero Barreda no podía decirlo», admite.

En este sentido, el propio ex presidente manifiesta que «a veces, aunque sabes que se van a conseguir las cosas, más vale ser prudente y tener paciencia, no precipitarse porque lo importante no es apuntarse ningún tanto, sino conseguirlo realmente».

En cualquier caso,  el ciudadrealeño Barreda afirma que «siempre tuve esperanzas de que se consiguiera. Yo suelo ser optimista por naturaleza, pero en este caso confiaba porque sinceramente pensaba que lo merecíamos, que la Semana Santa de Ciudad Real tiene una categoría y una entidad que justificaba ese reconocimiento».

En cualquier caso, el hoy diputado afirma que «sentí una gran ilusión porque desde muy pequeño he vivido de manera muy intensa la Semana Santa, primero saliendo de penitente con el Niño que años después dejó de salir con el Cristo de la Piedad y ya siendo joven de costalero de Pilatos y siempre viendo las procesiones. Se muy bien lo que significa la Semana Santa para Ciudad Real».