Carrión de Calatrava volvió a inaugurar ayer su Feria y Fiestas en honor a Nuestra Señora de la Encarnación con unas multitudinarias migas. Las eras de San Antón fue un año más el lugar elegido para degustar este plato manchego que con el paso de los años se ha convertido en la mejor forma de arrancar las fiestas patronales. Carrión olía a migas, pero también a fiesta y alegría.

Multitud de vecinos, amigos y familiares se reunieron en torno a la gran sartenada para degustar las migas elaboradas una vez más por miembros de la Asociación de Jubilados Santiago Apóstol, que ya se han convertido en los 'cocinillas' más populares de la localidad. «Siempre están cuando se les necesita», comenta la alcaldesa de Carrión de Calatrava, Ana María López, después de haber removido las migas con una pala en varias ocasiones. Con la mirada pendiente para que todo salga a la «perfección», la regidora destacó la «buena disposición» que tiene «siempre» la Asociación de Jubilados Santiago Apóstol y la colaboración de las empresas, ya que «Casa Pepe se ha encargado de freír el chorizo y la panceta», «Bodegas Naranjo ha puesto el vino» y «Eloy la grúa». Todo, apuntó, para pasar un día de convivencia con los vecinos y disfrutar de la familia de la mano de la gastronomía.

Tras muchas horas de elaboración y varios días en remojo, llegó el momento de degustar esas migas con sabor a fiesta. Y la espera, mereció la pena. Así lo comentaron a La Tribuna algunos carrioneros que no quisieron perderse esta cita culinaria. «Cada año están más buenas», decían mientras se llevaban una cuchara a la boca. La gente se agolpaba en los cuatro accesos en torno a la sartén. En uno de ellos, en primera posición, se encontraba Ramona González, que con el plato en la mano aseguró que no es la primera vez que degustaba las migas carrioneras. «Las migas siempre salen bien», a pesar, dijo, «de que a veces surgen problemas». Es el caso, recordó, del año pasado, cuando se rompió una de las patas de la sartén, pero a pesar de todo, subrayó, «todos los años salen buenas». Acude con varias amigas: Jero Luna, Vicenta López y Pilar Velasco. Todas, entusiasmadas por comer un año más las migas, especialmente, Jero Luna, que llegó desde Membrilla para tal ocasión.

Muchas personas acudieron como cada año a las "Migas de Carrión"./ - Foto: PABLO LORENTE La clave se encuentra en no parar de remover, comentó uno de los miembros de la asociación. Para ello, una cuadrilla de treinta hombres no se dieron ni un minuto de tregua para mover una y otra vez la sartenada. La finalidad, que «el pan no se queme». Las palas y los rastrillos iban y venían para remover las migas sin descanso. Muy cerca de la sartén se encontraba el concejal de Festejos, Luis Díez, quien enumeró con detalle cada uno de los ingredientes. En total, 1.000 kilos de pan, 250 de panceta, cien de chorizo, cien de ajos y 250 litros de aceite, sin olvidar tampoco la sal. Diferentes ingredientes de los que salió comida para unas 2.200 personas.

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