Tan tradicional como comerse las doce uvas para dar la bienvenida al año nuevo es hacer balance del ejercicio que termina, que para la provincia de Ciudad Real deja buenas noticias encima de la mesa enmarcadas todas ellas en una realidad: 2018 ha consolidado la senda de la recuperación económica. Más allá del apellido de una posible desaceleración, lo cierto es que el territorio va a despedir este año con menos paro que hace doce meses, habiendo firmado más contratos de trabajo y con síntomas evidentes de mejora en algunos recién estrenados pilares de su economía, como el turismo o las ventas exteriores, y en otros antiguos que desempolvan cifras al alza, como el mercado inmobiliario. Avanzado ya el próximo año habrá tiempo de refrendar las perspectivas de crecimiento y de cerrar las cifras de 2018, pero las primeras pulsaciones que emite el balance del ejercicio son halagüeñas.
Al cierre del mes de noviembre, la provincia de Ciudad Real contaba con 47.722 desempleados, más de 2.600 parados menos que en el mismo mes del ejercicio anterior. El año 2018 ha confirmado la tendencia en la caída interanual del desempleo, y el mes de diciembre, beneficioso por las contrataciones en el sector servicios, con la campaña navideña, y para la agricultura, con otra de las grandes campañas provinciales, la aceituna, debería mantener, si no acentuar, esta tendencia. Se da la circunstancia además de que entre enero y noviembre se han firmado en la provincia 211.095 contratos, según cifras del Ministerio de Trabajo, 11.000 más que en el mismo periodo del ejercicio anterior.
Otro termómetro que mide la evolución del desempleo es la de la Encuesta de Población Activa, la EPA que arroja cifras también para apoyar el optimismo. La referida al paro se situaba en septiembre en el 18,75%, por primera vez por debajo del 20 por ciento desde el año 2009 en una provincia que hay que recordar que rozó el 34% a inicios de 2015. Mientras, la tasa de empleo llegó en septiembre hasta el 44,12 por ciento, una cifra que no se tocaba desde el año 2010.
Hay menos paro, más empleo, se han firmado más contratos y se han creado más empresas. Entre enero y octubre, hasta 614 por las 471 del ejercicio anterior según el INE, y las sociedades ya existentes han seguido proyectando su figura en el exterior. Pese al relajamiento en el total de las exportaciones, algo quizá lógico después de un año récord, el sector del vino, bandera en los mercados extranjeros para la provincia, ofrece cifras para mantener la sonrisa generalizada: hasta octubre ha conseguido aumentar el valor medio de sus operaciones dese los 0,58 euros por litro de 2017 a los 0,62 euros por litro de este año, y la factura vinícola en el exterior suma en los diez primeros meses del año un 352,87 millones de euros, prácticamente un 20 por ciento más que en el mismo periodo del año anterior, a tenor de lo recogido por el Instituto de Comercio Exterior.
El músculo exportador es un hábito adquirido por las empresas ciudadrealeñas durante la crisis. Otro de esos sectores que han florecido como pilar económico provincial, y que llega para quedarse, es el turismo.
mercado inmobiliario. En las actividades que tradicionalmente han generado riqueza a la provincia, y que mantenían cierto letargo aún pese al final de la crisis, también se evidencian síntomas de mejora. El mercado inmobiliario es una de ellas: en este ejercicio, en los meses computados hasta ahora, se han firmado 1.642 hipotecas para la compra de viviendas (hasta octubre) por las 1.536 del año anterior, y se han completado 2.764 operaciones de compra de una vivienda en la provincia, según el Instituto Nacional de Estadística, por las 2.508 de los primeros diez meses del año anterior. Además, el Ministerio de Fomento apuntala también cifras positivas para el sector del ladrillo, como las que arrojan los visados de construcción de obra nueva: 722 hasta el mes de octubre, o lo que es lo mismo, la m ás alta desde 2011.