El duelo por un consuelo forzoso

SPC
-

Bélgica e Inglaterra cierran su participación en Rusia con el pulso que determina la medalla de bronce

Es el partido que nadie quiere jugar en un Mundial de fútbol. Inglaterra y Bélgica se despiden hoy de Rusia en el detestado duelo por el tercer puesto, en San Petersburgo, ambas todavía con la frustración de haberse quedado a las puertas de la gran final. 

El enfrentamiento reúne pese a todo a dos de las escuadras que más frescura le dieron al Mundial ruso. A ello se suma el aliciente del duelo entre Harry Kane y Romelu Lukaku, con clara ventaja para el inglés, por la bota de oro. 

Ambos equipos echan el cierre de forma agridulce debido a la montaña rusa de emociones que suele deparar el deporte. La gran generación de los ‘diablos rojos’ demostró el mejor fútbol del torneo y parecía lista para alcanzar la gloria, mientras que los jóvenes ‘pross’ le devolvieron a Inglaterra la ilusión por el deporte del que se consideran padres, después de años de sonados fracasos mundialistas. 

Tras estrellarse en semifinales ante Francia y Croacia, respectivamente, ambos bloques no pudieron ocultar su decepción. «No es un partido que alguien quiera jugar», admitió el seleccionador inglés, Gareth Southgate, de cara al duelo en el San Petersburgo Arena. «Pero jugaremos con orgullo», prometió.