La Soledad de una madre en San Pedro

M. Chaves
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La Hermandad de la Soledad procesionó en un Sábado Santo de luto riguroso • Una compleja salida protagoniza la estación de penitencia

Salida de la Hermandad de La Soledad. - Foto: Pablo Lorente

Aunque el Sábado Santo no despertó con la misma alegría meteorológica con la que han ido sucediéndose los días durante la Semana Santa, pocos minutos antes de las cinco de la tarde el sol se hizo presente en San Pedro despejando cualquier tipo de duda y propiciando que la Hermandad de la Soledad pudiese hacer estación de penitencia cumpliendo con el horario fijado para su salida. Así, y poco después de que la Banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora del Prado-La Pasión llegase a la plaza, las puertas de San Pedro se abrieron puntuales dando paso a la cruz de guía que marca el camino de la corporación.

La cruz, escoltada por varios hermanos de túnica que dejaban entrever el riguroso luto que preside la cofradía, se entrelazó con el sonido del martillo del primeros de los pasos de la hermandad que, al tiempo que avanzaban los nazarenos, procedía a realizar en el interior del templo las maniobras necesarias para situarse ante el dintel de la parroquia. De este modo, el misterio de la María Santísima de la Amargura acompañada por San Juan Evangelista, María Magdalena y María de Cleofás sorteó la estrechez de la puerta con una precisa maniobra y abrazó el cielo de la capital a los sones de Oración y Amargura en tu Soledad mientras que las decenas de personas que llenaban la plaza rompían en aplausos por la dificultad de la misma.

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- Foto: PABLO LORENTE
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Se marchaba el primero de los  pasos por la calle Ruiz Morote y sin apenas tiempo para digerir el inicio de la estación de penitencia de María Santísima de la Amargura las mantillas y los pequeños que forman parte del cortejo del palio continuaban saliendo del interior del templo acortando el espacio para que apareciese el palio de la Virgen de La Soledad; obra del conquense Luis Marco Pérez en 1946. Una Virgen rota por el dolor que lucía impresionante en un paso de palio marcado por el color negro en señal de duelo dentro de un Sábado Santo en el que ésta es la única hermandad que procesiona y en la que, como en el resto de jornadas, fueron muchos los ciudadanos que optaron por acompañar a los pasos durante buena parte de su recorrido.

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