La llama de la esperanza de Francisco

AGENCIAS
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El Papa invita a «redescubrir el bautismo» durante su homilía en la Vigilia Pascual

Pope Francis' Easter vigil mass - Foto: CLAUDIO PERI

Noche de alegría y esperanza. El Papa invitó ayer a «redescubrir el bautismo como fuente viva» y a «sacar energías nuevas» de la raíz de la «fe» y de la «experiencia cristiana», al tiempo que instó a volver a Galilea, durante su homilía en la Vigilia Pascual, celebrada en la Basílica de San Pedro, en la que insistió en su mensaje de retomar las raíces del cristianismo originario.

Así, Francisco señaló que es necesario volver a «Galilea» que, a su juicio, representa «el lugar de la primera llamada, donde todo empezó», y subrayó que ese gesto significa «releer todo a partir de la Cruz y de la victoria».

En esta línea, explicó que se trata de releer «la predicación, los milagros, la comunidad, los entusiasmos y las defecciones, hasta la traición; releer todo a partir del final, que es un nuevo comienzo, de este acto supremo de amor».

Además, recordó que en la vida del cristiano, después del bautismo, hay también una Galilea «más existencial», que consiste en «la experiencia del encuentro personal con Jesucristo», que llama «a seguirlo y participar».

En una de las Misas más importantes del año, el Pontífice también apuntó que, tras la muerte de Jesús, «los discípulos se habían dispersado» y todo parecía que «había terminado» pues estaban «muertas las esperanzas». Sin embargo, subrayó que el anuncio por parte de las mujeres de que había resucitado, «aunque increíble, se presentó como un rayo de luz en la oscuridad».

Igualmente, el Sumo Pontífice remarcó que «es necesario volver al primer amor, para recibir el fuego que Jesús ha encendido en el mundo, y llevarlo a todos, a todos los extremos de la tierra».

Al finalizar su homilía, invocó la intercesión de la Virgen en la celebración de la Vigilia Pascual, uno de los ritos más antiguos de la liturgia y en el que la cristiandad ha velado por el tránsito de Jesús, que pasa de la Cruz a la vida.

24 horas antes, el Obispo de Roma sostuvo que, delante de la Cruz, el hombre se siente «hijo» y no «cosa u objeto», tras presidir su segundo Vía Crucis como Pontífice en el Coliseo. Solo estaba previsto que diera una bendición...