Voces frente al calor

H. L. M.
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Cruz Roja inicia esta semana su campaña 'Yo me protejo' con llamadas telefónicas a los más de 2.000 usuarios mayores de 65 años de sus programas y actividades y con el seguimiento que se hace a algunos en Ciudad Real

79 años cumplió este jueves Presentación Fernández. «Casada y viuda» pero también madre de dos hijas y abuela de tres nietas y una de las usuarias más activas de Cruz Roja en la capital. «Lunes y miércoles a gimnasia, martes y jueves a memoria y los viernes a manualidades» son las actividades que conforman la agenda semanal de esta usuaria, quien además recibe, de vez en cuando, la visita de las voluntarias para preguntarle por su situación. En verano, estas visitas se encuadran en la campaña de calor de la entidad, que supone llamadas de teléfono a más de 2.000 usuarios, completadas con las visitas a sus hogares para medir tensión y ofrecer consejos tan básicos pero claves como beber dos litros de agua o bajar las persianas en los momentos de más calor.

«Las visitas significan mucho para mí», explica Fernández, quien es hipertensa y se controla la enfermedad los martes en la sede local de la entidad pero aprovechando la visita de Rocío Moya, psicóloga de Cruz Roja, y Montse Lizcano, voluntaria, se toma la tensión en casa, así como las pulsaciones. «Estoy muy contenta desde que estoy con Cruz Roja, ya iba a Cardenal Monescillo y a la Zarza», explica Fernández, quien recibió de su marido la pasión por la ONG, a la que se apuntó tras su muerte.

Entre preguntas responde que el calor en su casa se reduce con el ventilador y el abanico porque «el aire acondicionado es muy grande y gasta mucho». El agua la bebe con las medicinas, explica, en un salón con las persianas bajadas, mientras las voluntarias sacan el tensiómetro y una báscula para pesarla también.

Cruz Roja no es la única ayuda que tiene en su día a día durante este verano. De su cuello cuelga un botón de la teleasistencia, a través de cuyo sistema se ponen en contacto con ella todos los días. «Lo llevo porque el otro día casi no puedo levantarme. Me senté en un sillón y estuve casi una hora hasta poder lograrlo y justo no lo llevaba», explica Fernández, comentando los problemas típicos de una persona mayor cuando llega este tiempo de calor y es complicado hasta caminar.

Consejos y llamadas.