Hasta el rabo 'to' es toro

Alberto Aranda
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Cartas a Sancho

Amigo Sancho, espero que al recibo de ésta te encuentres bien. Yo bien, gracias a Dios.

El CD Ciudad Real perdió en la última jornada frente al Marchamalo (3-2). ¡Con lo difícil que es marcar dos goles en campo contrario! Y más aún yendo el marcador claramente a favor de los locales por 2-0.

Sin embargo, las huestes de Alberto Parras salieron al campo tras el descanso para hacer olvidar lo ocurrido en la primera mitad que, reconocido por todos los que la vieron, no fue nada clara de los deportivistas.

Pero como errar es de humanos, rectificar es de sabios y persistir en el error de... La sabiduría de los capitalinos aumentó en cantidades industriales en la segunda mitad y empataron el partido. ¿Qué hacemos ahora que hemos empatado y quedan minutos por jugar? ¿Nos vamos atrás o vamos a por el partido? Pues vamos a por el partido y a punto estuvieron de lograrlo, pero la suerte se alió con los locales, que no sólo no encajaron un gol en los últimos suspiros del partido, sino que casi de corrido llegó su tanto y los puntos se quedaron en Marchamalo.

Y ahora, ¿qué? Pues nada, que el equipo mereció más de lo que se trajo. Mientras los encuentros de fútbol no se diriman como el boxeo, siempre gana quien más goles mete en la portería contraria. Algo parecido a esto es lo que ocurrió en tierras alcarreñas. Que si jugamos muy bien en la segunda mitad, que estuvimos a punto de ganar, que los cambios propiciaron que el equipo despertase de la modorra de la primera parte... Estas manifestaciones las podemos poner sobre la mesa y estaremos de acuerdo. Pero los puntos se quedan en el casillero del equipo contrario y nosotros seguimos sin ganar fuera de Ciudad Real. ¿Quiere esto decir que el equipo no da la cara fuera de su campo? En absoluto, quiere decir que cuando viajamos, sea por las causas que sean, nuestro casillero de victorias sigue vacío.

Esta circunstancia obliga a todos a ser férreos defensores de los puntos que tenemos que disputar en casa (el próximo domingo a la doce frente al Almansa), puesto que un pequeño resbalón puede hacernos caer a una posición cuanto menos incómoda.

Ahora estamos más cerca de los puestos que crean pesadumbre que de aquellos que dan la tranquilidad. Esto es incuestionable, pero igualmente es incontestable que el equipo, por una causa u otra, no está al completo ni desde antes de empezar la competición. Asumo las palabras de Alberto Parras, que pide que lleguemos pronto a Navidad para que la enfermería esté vacía y que el entrenador pueda continuar la competición al completo para rectificar, si hay algo que rectificar, o asentar la posición del equipo de cara al futuro.

Lo malo de estar donde estamos, en mi opinión, es que si tenemos mala suerte en un partido de casa, pueden salir a relucir los nervios en todo el estamento del CD Ciudad Real, ya que todos sabemos que es meridianamente fácil caer en el pozo y enormemente difícil salir de él.

Aquí es donde intervenimos todos los que tenemos algo que hacer por el primer equipo de la ciudad, y no es otra cosa que apoyar y animar continuamente a la parte deportiva del mismo para que, con nuestro apoyo y la fuerza de los protagonistas directos e indirectos, salgamos cuanto antes de, repito, esta situación incómoda. Por tanto, el domingo todos al fútbol, pero con el ánimo por las nubes y dispuestos a no dar un paso atrás, ni tan siquiera para tomar impulso.

Bueno Sancho, nada más por hoy. Recibe un abrazo de éste tu amigo que lo es.