Confianza y temor

DPA / Madrid
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ElReal Madrid consiguió un buen pero corto resultado ante el Bayern de cara a la vuelta

Confianza y temor - Foto: MICHAEL DALDER

El Real Madrid tiene tantos motivos para confiar en jugar su primera final de la Champions en 12 años como para temer una nueva decepción en Múnich, que ya prepara un ambiente infernal.

Es cierto que ganó por 1-0 al Bayern de Múnich en la ida de la semifinal gracias a un «gol de oro» de Karim Benzema, como calificó la prensa española al tanto. Pero también que es un resultado tan valioso como corto.

La victoria llegó justo una semana después de la conquista de la Copa del Rey al ganar (1-2) al Barcelona en Mestalla y ambos encuentros se parecieron mucho: el conjunto blanco cedió la posesión al rival, pero suyas fueron las mejores ocasiones.

Así lo resumió ayer Marca al analizar el triunfo frente al equipo de Pep Guardiola: «El Madrid se defendió sin disimulo: un 27 por ciento de posesión. Sin embargo, siempre dejó la sensación de tener el gol más cerca».

Los hinchas ‘merengues’ más optimistas recuerdan ahora que las apuestas previas al choque situaban al Bayern, actual campeón de Europa, como favorito de la eliminatoria, una situación que cambió tras el resultado de ida.

Además, en solo una semana, el bloque de Ancelotti ha sido capaz de superar a dos colosos para enterrar un estigma que ha circulado durante gran parte de la presente temporada: los blancos no saben ganar a los rivales más fuertes. Ya nadie podrá decir eso.

Otro motivo para la satisfacción es ver cómo ambos triunfos han llegado sin contar juntos sobre el campo a sus dos jugadores estelares, Cristiano Ronaldo y Gareth Bale. El portugués se perdió la final en Valencia por sus problemas musculares y el extremo galés fue suplente en la Champions por un proceso vírico.

Se da por seguro que ambos futbolistas estarán en el partido de vuelta, lo que por otra parte contribuye a generar dos sentimientos contrapuestos: es obvio que el Real Madrid dispara sus posibilidades de hacer gol, pero la presencia de ambos haría cambiar el esquema que tan buenos réditos le ha dado en las últimas semanas a Carlo Ancelotti.

La obligada ausencia de un delantero ha permitido al italiano usar un esquema 4-4-2, equilibrando el centro del campo y propiciando las ayudas de los volantes en la zona defensiva. El equipo es más sólido y no se parte tanto como cuando juega con tres puntas.

Ahora, la cuestión es ver si Ancelotti vuelve al 4-3-3 en el Allianz Arena. Si lo hace, como parece, tendrá que exigir a alguno de los delanteros que se sacrifique en defensa como han hecho Isco y Di María en los últimos envite.

Mucha tensión. Mientras, la experiencia permite pensar que el paso de las horas generará una enorme tensión antes del choque de vuelta ante el Bayern y que Múnich «calentará» mucho el ambiente de cara a ese partido

Alemania trae recuerdos complicados para los españoles, que sufrieron una enormidad para pasar a las semifinales a pesar de ganar (3-0) al Borussia Dortmund en la ida. En el segundo encuentro perdieron por 2-0 y acabaron suplicando el final.

Volverán a desempolvarse las estadísticas y, de nuevo, se recordará el estigma perdedor que arrastra el Real Madrid en sus visitas a tierras germanas, donde ha disputado 27 partidos con un balance de 19 derrotas, seis empates y únicamente dos victorias.

El conjunto blanco jugará el próximo martes el compromiso más importante de la temporada y con una enorme prueba para su carácter, puesto en duda durante diferentes tramos de la campaña. Será un partido para valientes, y más después del pequeño 1-0 de la ida. Un resultado que refuerza sus esperanzas, pero que también les infunde temor.

Después de la batalla del Bernabéu, la plantilla madridista no tuvo descanso y ayer se ejercitó para preparar el partido de Liga que disputará mañana en el Santiago Bernabéu frente a Osasuna.

Cristiano Ronaldo y Coentrao combinaron carrera en solitario sobre el césped y trabajo en el interior de las instalaciones, donde estuvieron junto al resto de futbolistas de campo titulares y Bale. Jesé y Arbeloa fueron las otras ausencias en Valdebebas.