«No estaba de fiesta ni de borrachera estaba haciendo deporte. Si esta vez no ha sido por ninguna de las supuestas cuestiones que confunden a los hombres por qué ha sido». Este texto leído ayer en la concentración convocada por la Asamblea Feminismos y el Colectivo Espinas contra las agresiones machistas marca el grito de rabia de las mujeres en el final de este año. Fue un acto sencillo, que reunió a unas 200 personas en la plaza del Pilar, y en la que se recordó que a las mujeres no les «mata la hora, la ropa o la fiesta» sino «el machismo».

«Pedimos políticas educativas en los colegios e institutos para educar a los jóvenes en que sean respetuosos con las minorías y las mujeres y evitar que esos niños se conviertan en monstruos y maltratadores», dijo Cynthia Duque, de Feminismos. Además apuntó que hay que «tener cuidado con las ideologías del odio, como Vox, que piden recrudecer la cadena perpetua pero que hace dos semanas, ese mismo partido político estaba pidiendo la supresión de la ley de violencia de género y acusaba a las feministas de denunciar falsamente». En este sentido señaló la necesidad de ampliar el presupuesto para resocializar a los maltratadores convictos, porque no acuden a los talleres que deberían. 

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