Sin consuelo para una afición de Primera

Cándido de la Cruz / Salamanca
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Los 400 aficionados del Yugo en Las Pistas del Helmántico, una cifra que no pudo ser mayor debido al limitado aforo del campo charro, se han hecho notar.

Hace cuatro años la hinchada azul gozó de esta misma experiencia cuando lograban el primer ascenso en la historia del club a Segunda División B en Linarejos, justo cuando la entidad celebraba su 90 aniversario en aquel dulce 2014. Ayer no pudo ser, ayer el destino tenía escritas otras líneas, un cruel desenlace.

Lo que queda claro es que ya no hay marcha atrás: el Yugo es un club grande, una referencia. 

Cuando el equipo descendió a Preferente en el curso 2010-2011 por el arrastre de Toledo y Conquense parecía imposible ver la luz al final del túnel, pero la magia volvió con el ascenso a Tercera y con el hito de subir a la categoría de bronce en 2014. Tres cursos consecutivos en Segunda B no menguaron el hambre de un Yugo Socuéllamos que siempre ha hecho gala de su afición, y es que la temporada que llegaba ayer a su fin también pasará a la historia del club. Otra tarde para el recuerdo.