Sabor y tradición

Pilar Muñoz
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Una veintena de hermanos han empezado a elaborar las tradicionales caridades de San Antón, unas 15.000 unidades que pondrán a la venta la víspera de la festividad del caritativo eremita, el 17 de enero

Sabor y tradición - Foto: Pablo Lorente

La Hermandad de San Antón, la más antigua de Ciudad Real, se afana en dar forma a las caridades, los panecillos del caritativo Santo eremita que se pondrán a la venta la víspera de su festividad (17 de enero) en la plaza de la Iglesia de Santiago.

Ayer a primera hora de la mañana una veintena de hermanos de San Antón se citaron en el obrador Topansa de Senén Buitrago, en Carrión de Calatrava, para empezar a elaborar las caridades de San Antón. Comenzaron ayer y continuarán hoy  por la tarde y mañana martes para ponerlas a la venta el miércoles, víspera de San Antón.

Para elaborar la masa se utiliza harina, aceite de oliva (10 litros por cada masa de 30 kilos), manteca, esencia de limón, matalauva, sal, agua, vino blanco y levadura, explica a este diario el presidente de la Hermandad de San Antón, Ángel Patiño, tras remarcar que todo se añade en proporción de la cantidad. Cada día son 60 kilos por masa, es decir 180 kilos precisa Patiño.

Sabor y tradiciónSabor y tradición - Foto: Pablo LorenteTras amasar la mezcla, se pasa a la planificadora y de ahí a la mesa de corte donde tras darle la característica forma floral con la marca de una cruz o una T (símbolo de San Antonio Abad que certifica que el típico dulce ha sido elaborado por la hermandad), se unta cada panecillo con crema de huevo y se ponen los anisillos. Luego se colocan en las bandejas y pasan a los hornos para su cocción.

Una tarea en la que ayer se esmeraron y aplicaron una veintena de veteranos hermanos y otros más jóvenes consagrados en la elaboración de las típicas caridades de San Antón.  Sabor y tradición, y unas ricas migas de San Antón elaboradas por el experto Vicente Mena.

Este año se podrán a la venta unas 14.000 unidades, señala el hermano mayor, quien recuerda que San Antón, un hombre pudiente, vendió todo lo que tenía y lo repartió entre los pobres en forma de panecillos. De ahí la tradición.

Sabor y tradiciónSabor y tradición - Foto: Pablo LorenteLa hermandad está estrechamente unida a Ciudad Real desde su fundación, remarca Patiño en alusión a que es la más antigua de la ciudad, que siempre ha mostrado su devoción por el santo eremita. Patiño recuerda que en 1272 se construyó el convento de San Antón, en el solar donde se ubica el colegio Alcalde José Cruz Prado.

 Los ciudadrealeños han mostrado desde hace siglos la devoción que sienten por el santo que protege a los animales. De ahí que cada 17 de enero acudan con sus mascotas a la plaza de Santiago para la bendición y compra de caridades.