De la brillantez al agotamiento

Héctor Madrigal
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El Alarcos cae en Cuenca en un último amistoso en el que plantó cara a su rival hasta mediada la segunda parte

El BM Alarcos saldó su último test de pretemporada con una amplia derrota ante el Ciudad Encantada de Asobal (31-21), en un partido en el que los ciudadrealeños pasaron de la brillantez de los primeros minutos al agotamiento físico del último cuarto de hora de juego, lo que se tradujo en un marcador más abultado de lo que realmente se vio sobre la pista de El Sargal.

Los de Javier Márquez iniciaron el duelo ‘enchufados’ gracias a la solvencia de Nelson Espino y a la velocidad de Jesús Herrero al contraataque (0-3). Lejos de reaccionar, el equipo conquense incurrió en numerosas pérdidas de balón y erró su primer penalti. Más moral para los visitantes, que abrieron la brecha con un tanto de Manu Vázquez (0-4).

Los hombres de Lidio Jiménez, sin los lesionados Vial y Miguelón, dieron un paso adelante en el minuto cinco y ajustaron su defensa. Frade y el ciudadrealeño Rafa López iniciaron el camino de la remontada, aunque Espino respondió al instante con su tercera diana (2-5). Un mero espejismo, ya que los locales leyeron mejor el juego y encontraron buenas posiciones en ataque, lo que les permitió equilibrar el marcador.

El Alarcos sacó fuerzas de flaqueza para contener el talento de su oponente. Negrete y Fran Vidal mantuvieron la esperanza de su grupo (7-8) hasta que irrumpió Mendoza, imparable en el pivote. El capitán del Ciudad Encantada marcó su territorio con cuatro zarpazos casi consecutivos (12-10).

El Alarcos reaccionó y mantuvo la igualdad (13-13) tras un alarde de casta. Sin embargo, la inspiración del herenciano Limonero, espléndido, catapultó a los de Cuenca al descanso (16-13).

 

El guión de la primera parte se repitió tras la reanudación. Nelson Espino, desequilibrante, asumió la responsabilidad y redujo diferencias (16-15). Sin descanso, otro cañonazo de Yuste hizo soñar al cuadro manchego (17-16). Ahí apareció la calidad de Sergio López y el desparpajo de Limonero para frenar el ímpetu del rival (19-16).

La batalla, cargada de contactos, intensidad y exclusiones, se volvió más dura. Algo que no afectó a los locales, con el pie en el acelerador gracias a un sublime Sergio López (25-18). El Alarcos, cansado, se quedó sin ideas en ataque y sufrió para batir a Carlos Casas, quien suplió a Samuel Ibáñez en la portería.

El próximo compromiso alarquista ya irá en serio: el domingo visita el Puerta de Santa María el FC Barcelona B.