Agentes de la Guardia Civil del puesto de Gómara, en la provincia de Soria, denunciaron este pasado fin de semana a un vecino de Ciudad Real al que se incautaron un total de 723 kilos de níscalos que transportaba en una furgoneta. Según informó a este diario la Subdelegación del Gobierno de Soria, la patrulla de la Guardia Civil inspeccionó el vehículo en la N-234, dentro del término municipal de Almenar de Soria y encontró en su interior los níscalos.

Infracción sanitaria. En concreto, al vecino de Ciudad Real se le ha denunciado por una infracción a la normativa de Sanidad, al no poder acreditar la trazabilidad de un producto que puede ser potencialmente perjudicial para la salud. La trazabilidad es el conjunto de procedimientos preestablecidos y autosuficientes que permiten conocer el histórico, la ubicación y la trayectoria de un producto o lote de productos a lo largo de la cadena de suministros en un momento dado, a través de unas herramientas determinadas.

Desde la Subdelegación del Gobierno de Soria se explicó que en ningún momento el vecino de Ciudad Real había recogido él mismo los níscalos si no que en el momento en el que fue interceptado no pudo acreditar la trazabilidad de un producto que podría ser «potencialmente perjudicial para la salud».

Dicha mercancía, al parecer procedía de la zona de Navaleno, un municipio de menos de un millar de habitantes conocido por la abundancia y calidad micológica que se encuentra en sus pinares.

Los níscalos incautados quedaron depositados en el almacén del Centro de Servicios y Promoción Forestal y de su Industria de Castilla y León, en Soria.

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