Seguramente son muchos los estudiantes que van al instituto y se preguntarán de qué les sirve aprobar las asignaturas si luego estudiar no les asegura encontrar un puesto de trabajo. Así lo han podido pensar durante los años de crisis y también ahora, cuando la tasa de desempleo juvenil (contando menores de 25 años) está todavía al 43,02%. Es más del doble que la tasa de paro regional, que está en el 16,71%, según la última Encuesta de Población Activa.

Sin embargo, las estadísticas también muestran que quienes peor lo tienen para encontrar trabajo son aquellos a los que les falta formación. El viceconsejero de Empleo señala que de todos los jóvenes desempleados la mitad solo cuenta con el título de Educación Secundaria y que hay un 20% que ni siquiera han terminado la Educación Obligatoria. Y Francisco Rueda avisa de que el porcentaje está mejor que cuando entró al Gobierno en 2015, porque entonces estaba en un 33%.

«No solo están en desempleo ahora, sino que, aún cuando se creen empleos, probablemente estén condenados a empleos precarios , de bajo valor», expone el viceconsejero. El Gobierno regional tiene varias medidas para mejorar la empleabilidad de los jóvenes castellano-manchegos por la vía de la formación. Para los que abandonaron el instituto sin sacarse el título, hay un programa tanto para formar en competencias básicas de lengua y cálculo y luego acreditarlas. «Hemos formado o acreditado a 3.000 personas que han conseguido pasar ese techo de no tener la Secundaria Obligatoria», indicó. El mes pasado se hizo la última prueba y desveló que se presentaron miles de castellano-manchegos menores de 30 años.

¿Qué hay para un joven parado al que le falta formación?

Para los que solo tienen ese título, la formación y acreditación se centra en «certificados de profesionalidad», unos títulos homologables en todo el marco de la Unión Europea. Solo el año pasado fueron casi 4.000.

Pero no solo la Junta facilita la formación, sino también las prácticas en empresas. Por un lado lo hace con tres programas en los que se combinan los estudios teóricos de la Formación Profesional con una formación práctica en empresas. Se llaman Formación Plus, Dual o Crea y en los dos últimos años han pasado 2.300 jóvenes por estos programas, a los que se ha destinado 22,5 millones. También se han dado incentivos para contratos de práctica o aprendizajes, en los que es obligatorio que un 25% de la jornada sea de formación en un centro homologado. Se han subvencionado 2.243 contratos, para los que se ha hecho una inversión a de 11 millones de euros.