Llega octubre y con él la Feria de Tradiciones Populares de Yeste en coincidencia con el último fin de semana. Lo que empezó como una sencilla idea bajo organización del Ayuntamiento para poner en valor los oficios, la gastronomía, el folklore y otras tradiciones que se venían haciendo de atrás, y con la gente del pueblo y sus asociaciones como únicos protagonistas, hoy en día, no sólo llega a su XVI edición, sino que es la única de estas características que tiene lugar en esta comarca y, además, con proyección nacional. Y a las cifras nos remitimos. El pasado año la feria dejó tras de sí más de 12.000 visitas y más de 200 personas, entre músicos y bailarines, en el encuentro de las cuadrillas.
En esta XVI edición el motivo sobre el que girará no es otro que las bodas de antaño y las novedades, en esta ocasión, vendrán de la mano de los más pequeños del municipio, según informa la técnico de la Oficina de Turismo de Yeste, Raquel Marín.
De hecho serán los niños los que la mañana del viernes inauguren la feria, y, además, de una forma totalmente diferente a cómo se venía haciendo hasta ahora. Tendrán talleres en donde podrán elaborar, zambombas, objetos de barro o de esparto, así como harán, ataviados con los trajes típicos, una demostración de bailes tradicionales y serán espectadores privilegiados de los animales de la exposición ganadera que se abrirá también esa mismas mañana. Y serán espectadores privilegiados porque las ovejas, los caballos o las cabras no entrarán a los corrales por dónde lo venían haciendo antes sino por el medio. La idea es que, explica Marín, los ciudadanos más pequeños del municipio «valoren lo que ya conocen y sepan apreciar lo que hay, y de esta manera cuando sean más grandes vea la feria más suya, al margen de que va a ser a ellos a los que en un momento dado les tocará mantener vivas, la cultura y las raíces de Yeste que es, precisamente, lo que se muestra en esta feria».
La inauguración oficial será, no obstante, el viernes por la tarde. Será entonces cuando entren en escena, por un lado, los oficios de toda la vida, incluido un reconocimiento por parte del Ayuntamiento a aquellos artesanos que llevan más tiempo, y por otro, la música con pasacalles, cuadrillas y una demostración de bailes tradicionales. El mercadillo, por su parte, habrá abierto sus puertas horas antes.
Mercadillo, muestra ganadera y oficios estarán presentes en la feria hasta la clausura el domingo por la tarde, pero también habrá otras actividades extras tanto el sábado como el domingo. El sábado habrá una degustación de galianos, una matanza popular y una cencerrada. Y el domingo habrá una degustación de migas y será el encuentro de cuadrillas con participación de músicos venidos de diferentes puntos de la provincia, además de Yeste, y también de Murcia, Málaga o Jaén.
Ubicaciones. La feria, como es conocido, tiene varias ubicaciones. En el interior del castillo es en donde precisamente tendrán cabida las demostraciones de los oficios tradicionales a cargo de unos 40 artesanos, que mostrarán sus respectivos quehaceres desde las 11 hasta las 19 horas. Son esparteros, ‘enlañaor de vasijas’, tejedores de telar, bolilleras, elaboradores de jabón de sosa, pisadores de uva, destiladores de aguardientes y ‘torraores de garbanzos’. Justo al lado del castillo, es en donde irá el mercado agroalimentario con productos procedentes de toda España expuestos en unos 70 puestos desde las 11 de la mañana hasta las 21 horas, según apunta Raquel Marín. Embutidos, quesos, conservas de todo tipo, hojuelas, miel, aceite de oliva o vino, son algunas de las exquisiteces que se ponen a la venta.
Las actividades infantiles serán en la plaza del Castillo, mientras que la exposición de ganado será en la cuesta de las Casetas, y la matanza popular, los soportales de la plaza del Ayuntamiento.
Además, como se ha mencionado con anterioridad, en esta feria el motivo sobre el que girará son las bodas de antaño, las que se hacían a principios de siglo. El viernes por la noche será la pedida de mano de la novia y la ronda, y el sábado, será cuando los novios hagan, acompañados de música, un recorrido por el pueblo, antes de adentrarse en el convento de los Franciscanos. Allí se habrá montado una especie de banquete, en donde los más mayores darán cuenta de cómo era los noviazgos, las ceremonias y los convites y habrá tertulia.