La plaza de Mayor se ha convertido por segundo año consecutivo en el escenario elegido para construir ocho puentes diseñados por alumnos de ESO de ocho institutos de Castilla-La Mancha. Se trata de la final regional de un certamen que nació de forma pequeña, dentro de la Escuela de Caminos, que organiza el evento, y que con el tiempo se ha ido haciendo más grande y dando visibilidad a la ingeniería. «Creemos que no somos lo suficientemente conocidos, queremos que la gente conozca qué hace un ingeniero de caminos o civil y queremos revalorizar lo que hacemos», expuso Santos Sánchez-Cambronero, quien junto a José Antonio Lizcano, ayer fue el profesor encargado de guiar a los alumnos de  ocho institutos, finalistas en el certamen. Los centros son los IES Torreón del Alcázar de Ciudad Real, Ribera del Bullaque de Porzuna, José Isbert de Tarazona, Mónico Sánchez de Piedrabuena, Eduardo Valencia de Calzada de Calatrava, el colegio concertado Santo Tomás de Aquino de Tomelloso, el colegio Trinitarias de Alcázar de San Juan y Maristas de Toledo. «Es un día que tenemos marcado como diferente en el calendario», dijo la directora de la escuela, Ana Rivas, quien considera que el certamen muestra que los estudiantes «año tras año se demuestra están implicados, con la creatividad». Rivas señaló que este cuarto certamen tiene algunas diferencias como la inclusión de la electrónica, con sistemas Arduino, que han utilizado para hacer puentes levadizos o incluso infraestructuras que tensan la cuerda cuando notan la presión sobre ellos. Con esta ampliación, el certamen celebrado en el día de ayer aumentó este año el número de premios, ya que a los tres primeros (800, 300 y 150) se suman otros de 50 euros, destinados a premiar al más votado por redes sociales, al más económico o al que mejor uso de la informática ha realizado en su construcción.