Las Tablas superan las 1.400 hectáreas encharcadas

Ana Pobes
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A pesar de las altas temperaturas de los últimos meses, el Parque Nacional tiene más del 80% de superficie inundada gracias a las aportaciones del río Guadiana

A pesar de las altas temperaturas que ha registrado la provincia en los últimos tres meses, se puede decir que el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel ha superado la ola de calor manteniendo la aportación de las aguas subterráneas del río Guadiana y contando así con una superficie inundada de 1.436 hectáreas de las 1.750 con las que cuenta el humedal de zona susceptible de ser encharcada, lo que significa más del 80 por ciento de superficie inundable.   Un hecho más que significativo, comenta el director del Parque Nacional de las Tablas, Carlos Ruiz de la Hermosa, si se tiene en cuenta que a pesar de las escasas precipitaciones del actual año hidrológico, el Guadiana continúa aportando agua. «Es para descorchar una botella de champán», comenta con entusiasmo Ruiz de la Hermosa. «La aportación del Guadiana nos está manteniendo, y eso explica y justifica ese 82 por ciento de inundación», explica.

La situación de ahora es «muy similar» a estas mismas fechas con respecto al año pasado, cuando Las Tablas dieron la bienvenida al otoño con 1.400 hectáreas anegadas. El parque vive un momento de bonanza hídrica tras pasar por episodios muy delicados en los últimos años como consecuencia de la falta de agua, lo que llegó a causar importantes incendios de turba en 2009, año en el que vivió una situación crítica de supervivencia y que muchos prefieren no recordar.

Ahora, el Guadiana centra todas las miradas. Y no es para menos, es el principal abastecedor de agua del parque y durante más de tres lustros ha estado sin correr por él debido a la mala situación del Acuífero 23 por el aumento de las extracciones de agua subterránea para regadío. Por ello, las aportaciones del río Guadiana a Las Tablas  «es algo maravilloso», subraya el director del parque.

Ahora, mejorar la calidad del agua que llega al humedal es otro de los retos que se ha planteado el Patronato Rector, ya que el parque mantiene problemas de calidad en el agua repercutiendo así en el ecosistema acuático. Después de que investigadores y científicos alertaran de la contaminación que registra el agua de Las Tablas, que está provocando una disminución «alarmante» de la vegetación acuática de este espacio protegido, el Organismo Autónomo de Parques Nacionales (OAPN), organismo competente, tiene en marcha diferentes proyectos por valor de un millón de euros que buscan mejorar esa calidad. «Una mala salud ambiental del parque que hace que esa alegría no sea completa, pues la realidad es que cualquiera que se acerque al parque no ve la vida que le gustaría ver, algo muy palpable si se mira al cielo y a la avifauna», lamenta el director, quien es optimista y confía en que esa calidad llegue a mejorar con el paso del tiempo.

Para ello, una de la acciones puestas en marcha ha sido el colector de Villarrubia de los Ojos, que con una inversión de 400.000 euros se prevé que esté finalizada antes de que acabar el año. Asimismo, el OAPN ha encargado al Instituto Geológico y Minero de España (IGME), un estudio que analice la situación actual y la evolución de la calidad de las aguas en el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel y su en torno. Todo ello, con el mismo reto, la calidad.