Apoyarse en una ley potente para «hacer las cosas bien»

A. Pobes
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Quantum Minería, la empresa encargada del proyecto de tierras raras en Torrenueva y Torre de Juan Abad, apuesta por ser lo «más transparentes posibles» en el proceso

«La ley es muy potente para hacer las cosas bien». Así de contundente se mostró Enrique Burkhalter,  

director del proyecto de tierras raras que la empresa Quantum Minería quiere establecer en los términos municipales de Torre de Juan Abad y Torrenueva y quien asegura que las informaciones «imprecisas» es lo que ha generado las numerosas dudas entre los vecinos que conforman la plataforma Sí a la tierra viva. Así, para aclarar todas esas cuestiones, la empresa ha puesto especial hincapié en la transparencia con el fin de que los «vecinos estén informados de las novedades que se vayan produciendo». Fiel reflejo de ello es que además de las presentaciones informativas que se están llevando cabo en los municipios y las conferencias de foros técnicos nacionales e internacionales a los que acude, la información que remite a la administración competente se publica en la web  https://neva.jccm.es/nevia/forms/nevif100.php.

Diferentes canales, comenta  Burkhalter, en los que prima la transparencia, uno de los principales objetivos de la empresa: «Queremos hacer las cosas bien, pues de lo contrario, si fuera una iniciativa radioactiva y mala no lo llevaríamos a cabo porque no merece la pena. Queremos ser lo más transparentes posibles», contesta así el director del proyecto a la incertidumbre de los vecinos de que  entre en los depósitos de tierras rara hay elementos radioactivos.

Los detractores de la iniciativa tampoco salvan al propio procedimiento administrativo. Afirman que se ha dividido en varias piezas y piden que todos los expedientes se agrupen en uno solo. Burkhalter explica que es la ley vigente la que «nos lo exige de esta manera» al tiempo que recuerda que para solicitar los proyectos de investigación se presentaron los documentos medioambientales correspondientes que afectaba a la investigación minera y los ayuntamientos y otros organismos como Ecologistas en Acción o la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) «fueron puntualmente informados para presentar alegaciones en su caso».  

El tema del agua es otro de los reparos de los vecinos a apoyar el proyecto. La plataforma asegura que Quantum Minería quiere una toma de agua de 500.000 metros cúbicos anuales del pantano de la Cabezuela. El responsable de la empresa reconoce que en el proceso debe emplearse agua, calcula que unos 300.000 metros cúbicos al año, pero subraya que en este aspecto es la CHG quien debe dar la autorización. De hecho, recuerda, la confederación denegó que el agua procediera del embalse  de La Cabezuela, que «sería el 0,7% de su capacidad». Ahora, la empresa busca otras alternativas como la construcción de pozos fuera de los acuíferos sobreexplotados y «siempre con el visto bueno de la Confederación Hidrográfica del Guadiana, donde la legislación también es muy dura», recalca al tiempo que asegura que se trata de una minería tan sencilla que únicamente consiste en sacar, cribar y devolver, y donde solo se emplea tierra y agua». Al contrario, insiste, de otro tipo de minería en el que hay que usar molinos o explosivos.

La plataforma Sí a la tierra, principal opositor a la mina, alega la presencia de aves esteparias en la zona para frenar el proyecto. Burkhalter también es contundente en este aspecto: «La legislación medioambiental será que la que nos exija lo que hay que hacer por estar cerca de una Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA). Estamos obligados a presentar un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) completo y hemos optado por solicitar a la Administración Ambiental que nos diga en qué aspectos debemos profundizar en los estudios».  

Diferentes aspectos, enfatiza, en los que la legislación está presente. Potente normativa que llevará a que «las cosas se hagan bien» ante la incertidumbre de vecinos y miembros de la plataforma.