Cuál es el reto más inmediato al que se enfrentan las empresas relacionadas con la gestión del agua?

El reto es la sostenibilidad. En los 17 objetivos de desarrollo sostenible, 10 están relacionados con el agua y lo que tenemos que hacer es cuidar el medio ambiente, el agua como eje vertebrador para que las generaciones futuras puedan disfrutar del planeta igual que nosotros.

¿De quién es responsabilidad la conservación del agua en todas sus formas?

Requiere la colaboración de todas las administraciones, las empresas, de toda la parte social, de todo el mundo. Cada uno puede aportar su propia gotita de agua para que las generaciones venideras puedan disfrutar del planeta por lo menos en las condiciones en las que lo podemos hacer nosotros.

¿Qué acciones lleva a cabo Aquona en pos de esa conservación del agua?

Por ejemplo, en la conservación del agua minimizando al máximo las pérdidas de agua que puede haber, a través de economía circular utilizando los recursos en nuestras depuradoras o biofactorías de agua residual, sacando un fertilizando que utilizamos como abono, utilizando la cogeneración, energía verde, también ayudando a la preservación de los espacios naturales con programas de voluntariado de todos nuestros trabajadores, con el programa BiObserva, que ayuda a catalogar las especies de ave que hay. También con campañas de divulgación, es clave que los niños aprendan el cuidado y conservación del agua y para eso desarrollamos el programa Aquología, con el que llegamos a todos los colegios. Es una de las vertientes, la otra es la social.

Y en esa vertiente social, ¿qué acciones se llevan a cabo?

Estamos convencidos, como no puede ser de otra manera, del derecho universal al agua y a través de los fondos sociales y tarifas bonificadas que tenemos en un 80 por ciento de todos los contratos que todo el mundo pueda acceder al agua y que ninguna persona se quede sin acceso porque no pueda pagar porque no tiene recursos. Son unos claros ejemplos de lo que está haciendo Aquona para la preservación del medio ambiente y la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible.

Desde su experiencia de gestión en la provincia y en la región, ¿cree que esa labor de concienciación está calando en el día a día de los ciudadanos? ¿Da sus frutos?

Poco a poco está calando, sí que lo estamos viendo en los consumos de agua de los últimos años. El consumo medio por habitante está cayendo fruto de esta labor de concienciación que estamos llevando a cabo. Acabamos de pasar un periodo importante de sequía y en ese momento se han lanzado continuamente campañas de concienciación para hacer lo más eficiente posible el consumo de agua, y en los consumos municipales lo estamos viendo. También en la agricultura, con la modernización de los regadíos para aprovechar hasta la última gota de agua, o en la industria, que está buscando el máximo de eficiencia para reducir todo lo posible la utilización de los todos los recursos, entre ellos el agua.

En los últimos años, hay municipios, también aquí en la provincia de Ciudad Real, donde se está poniendo en cuestión la gestión público-privada del servicio de aguas. ¿Se sienten respaldados por las administraciones o creen que ese modelo conjunto se está poniendo de verdad en cuestión?

Estamos respaldados por las instituciones. Los ejemplos que se mencionaron en la charla o la presencia que lleva Aquona en Castilla-La Mancha desde el año 1972, y que ahora llega a medio centenar de contratos dando servicio a más de medio millón de castellano-manchegos, es un claro exponente de que ha habido una colaboración exitosa durante muchos años y la va a seguir habiendo. Ejemplo de ello son los contratos que existen para la gestión junto a la administración en diferentes partes de la región, y fruto de esos contratos se ha acometido la modernización de las redes de suministro de agua potable, se ha logrado tecnificar al máximo todas nuestras instalaciones. Es un gran ejemplo de que las administraciones, junto con la parte de la empresa, pueden trabajar conjuntamente al servicio del ciudadano. Uno de los testimonios más cercanos que tenemos es el de Aguas de Puertollano, una empresa mixta de gestión público-privada a través de la cual trabajamos conjuntamente la empresa y la administración, codo con codo, con los mismos objetivos, que son una gestión eficiente y ofrecer una gran calidad del servicio para los ciudadanos.

En el corto plazo, de cara al año 2019, ¿cuáles son los objetivos inmediatos que se plantea Aquona en aquellos territorios en el que gestiona el agua en la región y en la provincia de Ciudad Real?

Enlazando con lo expuesto anteriormente, principalmente el reto es el de avanzar en la consecución del desarrollo sostenible. Para ello tenemos que seguir redundando en la eficiencia de nuestras redes porque sigue habiendo déficit de renovación de infraestructuras, y hay que seguir acometiendo esa inversión en aquellas que aún quedan de fibrocemento; también hay que incidir en las estaciones depuradoras, donde queda por implementar algunos procesos para que todavía el agua de salida tenga unas mejores condiciones para su vuelta al medio natural. Ese trabajo conjunto con las administraciones públicas es el que nos planteamos dentro de los objetivos inmediatos. También, por supuesto, seguir creciendo, dar la mayor calidad del servicio que prestamos a todos nuestros clientes y acometer la renovación de infraestructuras para conseguir la mayor calidad posible en todos sus elementos.