Unos 250 penitentes, tres pasos y una banda de música, todo a pequeña escala, formaron ayer el primer desfile procesional de la Semana Santa gracias a los alumnos de Infantil del colegio Nuestra Señora del Prado (Marianistas) de Ciudad Real. Así, unos minutos antes de salir a la calle, en un especial guardapasos, el gimnasio del centro, los pequeños cofrades y costaleros, entre nervios y emoción, ponían a punto los últimos detalles esperando impacientes el momento de salir a la calle tras un mes de preparativos.
Como si de tres hermandades se tratara, los niños se dividieron en grupos de tres, cuatro y cinco años, cada uno de ellos ataviados con túnicas hechas de bolsas de basura, amarillas, rojas y azules y con capillo de cartulina morada, verde y blanca con el emblema del colegio. Además, algunos de ellos portaban cirios, también de cartulina, estandartes confeccionados con palos de fregona cubiertos de papel de plata y tela e incensarios realizados a mano.
Asimismo, cada uno de estos grupos llevó su paso: el Nazareno, el Niño Jesús y la Virgen de los Dolores, adornados con flores de papel de seda y portados por cuatro pequeños costaleros, cada uno de ellos, con costales hechos con toallas. Según Carmen Bejarano, tutora de los alumnos de cuatro años en los Marianistas, las túnicas, capillos y cirios fueron realizados por los jóvenes estudiantes con ayuda de sus tutores y añadió que, para realizar los pasos, contaron con la colaboración de los padres. Además, esta peculiar procesión también incorporó novedades; y es que este año se han estrenado los estandartes y los pasos del Nazareno y el Niño Jesús, ya que el año pasado únicamente procesionó la Virgen de los Dolores.
A las 10.15 horas salieron los primeros penitentes dando comienzo un recorrido que pasó por el colegio y el paseo Carlos Eraña hasta la iglesia de los Ángeles, donde los tres pasos entraron para saludar a la Virgen. Una vez llegados a este punto, los pequeños volvieron a las aulas para continuar con sus actividades lectivas. En todo este recorrido, seguido con gran expectación por parte del resto de compañeros del colegio, padres, madres y curiosos, los pequeños cofrades estuvieron acompañados por una representación de la banda de la Santa Cena con cinco tambores.