El Silencio ya no salió

Diego Farto
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El Miércoles Santo ya comenzó torcido para las cofradías, ya que la procesión de la Virgen de Mayor Dolor, prevista para la medianoche, suspendió la salida ante las previsiones de chubascos a lo largo toda la madrugada

Imagen del paso de la Virgen del Mayor Dolor. / - Foto: PABLO LORENTE

La Hermandad del Silencio es rigurosa con los tiempos, también en la procesión de la Virgen del Mayor Dolor que antecede en una jornada a la salida con la imagen del Cristo de la Buena Muerte. Su rigor llega hasta el caso de suspender el recorrido, puesto que la incertidumbre de quienes esperaban en el atrio ajardinado de San Pedro se disipó cuando sólo habían transcurrido dos minutos desde la medianoche. A la hora justa, en lugar de salir un hermano para marcar militar toque de silencio con el cornetín, la puerta permaneció quieta y cuando muchos de los espectadores aún dudaba si estaría ante un mero retraso, fue cuando un sacristán anunció que se podía acceder al templo para ver el paso y asistir al culto sustitutivo de la procesión que se desarrolló a continuación.

A los pies del templo se encontraba la talla de la Virgen del Mayor Dolor a hombros de sus portadores, miembros de la Hermandad Silencio con su hábito negro y capillo blanco que hoy sustituyen por el negro. El trono sobre varales se balanceó unos minutos mientras accedían los visitantes. Las damas de mantilla se habían distribuido ya entre los asientos del templo capitalino, así como otros miembros de la Hermandad, pero todavía miraban hacia la imagen que pensaban acompañar en la noche del Martes Santo por las calles de Ciudad Real.

La iluminación cenital que caracteriza este paso proyectaba las sombras de la cabeza de la Virgen del Mayor Dolor sobre el muro de la iglesia mientras recibía los gestos de devoción de sus fieles o era el objetivo de cámaras fotográficas y teléfonos móviles de ultimísima generación. Más discretamente otras personas aprovecharon la apertura de puertas en San Pedro para acercarse a otras imágenes de su preferencia que aguardan que el clima sea más indulgente en sus respectivas salidas procesionales.

El hermano mayor del Silencio, Rafael Ruiz, explicó que la suspensión obedeció a que las previsiones meteorológicas ofrecían altas posibilidades de chubascos tanto a la hora de la salida como a la 01.00, las 2.00 y las 3.00 de la madrugada, por lo que se tomó la decisión por unanimidad tras consultarlo entre la Junta de Gobierno, la representación de la Comisión Permanente de la Asociación de Cofradías y el sacerdote Pablo Martín del Burgo. No fue necesario esperar más ni tantear la posibilidad de un cambio en los pronósticos.

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