Las jornadas de lluvia que se vienen sucediendo en la provincia de Ciudad Real desde finales de febrero tienen una segunda consecuencia además del llenado de los embalses y el fin de un largo lustro de sequía. De este modo, la contaminación atmosférica se ha reducido y lo ha hecho en algunos de los meses en que más jornadas con mala calidad del aire se suelen producir, como son los de marzo y abril, hasta el punto de que los datos de la red de control atmosférico de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha muestran una reducción del 70 por ciento de las jornadas con contaminación en la atmósfera tanto en Ciudad Real como en Puertollano durante los cuatro primeros meses del año. Se ha pasado de 48 jornadas con mala contaminación del aire entre enero y abril del pasado año a once en el presente, según esos datos.