El Ministerio advierte de que la destilación obligatoria se aplicará «si es necesario»

I. Ballestero
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Iniciada la vendimia, el sector del vino en la región parece haber dejado de lado el real decreto establecido por el Ministerio de Agricultura, en acuerdo con las asociaciones agrarias, por el que se abría la puerta a la destilación obligatoria de vino para su conversión en alcohol de uso energético (bioetanol), con el fin de paliar así parte de los problemas de comercialización que podrían provocar los excedentes en bodega de la campaña anterior.

Esa destilación obligatoria, que ha dejado de estar en el orden del día del sector, sigue vigente, como subrayó ayer el secretario general de Agricultura, Carlos Cabanas, en Tomelloso, al afirmar que esa medida se aplicará «si consideramos que es finalmente necesario».

La puesta en marcha de la destilación obligatoria de vino, sin aportación económica de las administraciones públicas y asumiendo las bodegas su coste y los contratos con las destileras, dependerá de las declaraciones de existencias que las bodegas y cooperativas deben entregar estos días en el Ministerio de Agricultura, y que servirán para saber cuánto vino tenían almacenado el pasado 31 de julio, fecha que se marcó en el real decreto elaborado por el Gobierno.

 

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