Cabanas apuesta por la unión de productores para negociar tablillas

Ignacio Ballestero
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El secretario general de Agricultura cree que la asociación de viticultores para la negociación directa con las bodegas es la solución a la polémica creada cada año con el precio de la uva

Cotillas, Barato, Cabanas y Lucas-Torres, de izquierda a derecha, a su llegada al auditorio. - Foto: IGNACIO BALLESTERO.

El mismo día en que las tablillas de precios para la campaña de vendimia que acaba de arrancar aparecieron en las primeras bodegas de la Denominación de Origen (DO)Valdepeñas, el secretario general de Agricultura del Gobierno de España, Carlos Cabanas, envió un mensaje a los productores que días atrás levantaban la voz y anunciaban medidas para tratar de asegurar un precio razonable en vísperas de una campaña marcada por la sobreproducción del pasado año. Ese mensaje apunta hacia una posible solución para la supuesta situación de desventaja que viven los viticultores a la hora de conocer el precio de la uva en los albores de cada campaña, y pasa, según Cabanas, por la creación de asociaciones de productores o cooperativas de viticultores que tengan capacidad de negociación ante las bodegas privadas para influir, así, en la consecución de un precio razonable. Eso sí, el secretario general de Agricultura subrayó que ese precio «debe ir enfocado a primar la calidad, y no la cantidad de uva».

Cabanas eligió la celebración de la trigésima edición del Día del Viticultor en Tomelloso para advertir al sector del vino del cambio de rumbo al que se debe encaminar, dejando atrás la apuesta por las grandes producciones y primando la calidad del producto. «Las bodegas y cooperativas deben incentivar al viticultor a producir calidad, y no cantidad, porque si apuestas por la calidad no tienes problemas de precio», explicó Cabanas, que subrayó que esa reorientación que debe afrontar el sector del vino debe articularse «desde el propio sector, sin la intervención de las administraciones públicas». Esa organización pasa, en las zonas en las que la vendimia viene marcada por los precios establecidos en bodegas y no por cooperativas, «por la agrupación de productores en organizaciones que existen, por ejemplo, en el sector frutícola, y que tienen capacidad para negociar».

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