«Han sido unas buenas rebajas. Con poca gente, pero estamos contentos», cuentan desde la tienda J. Eva, en la plaza del Pilar. Son los últimos días de agosto; las máximas y mínimas temperaturas comienzan a atenuarse despaciosamente y se acaban las rebajas de verano. Desde los comercios capitalinos hacen balance de estos meses con el realismo y objetividad de quien come de su negocio.

Las rebajas en la tienda Gass han sido moderadas. «Seguimos con la misma política de rebajas de todos los años», relatan en el comercio, que lleva un cuarto de siglo abierto. En general, la mayoría de tiendas consultadas siguen la misma metodología en cuanto a rebajas: «tranquilas» al principio e incrementando los descuentos conforme quedan tallas sueltas. La excepción se da en Los Jóvenes, más «agresivas» por el traspaso del negocio debido a la jubilación del dueño.

moderación. «Ya no existe el boom que existía hace años, la gente compra lo que necesita», cuentan desde Caramelo. Dicen haber pasado unas rebajas «tranquilas», más intensas en la primera semana que luego se han templado. «En verano se nota que la gente está de vacaciones, que hace más calor para salir a la calle...» resumen en este establecimiento, que prefiere las rebajas de enero porque son más bulliciosas. Esta es la tónica general del pequeño comercio ciudadrealeño, que en cuestión de rebajas pierde mucho tirón frente a las grandes franquicias.

El pequeño comercio tiene una cuestión candente con la que lidiar. «Las rebajas libres, sin fechas ni limitación, son un despiporre», aclaran en J. Eva. Una de sus empleadas lo define simplemente: «El grande abre siempre y deja por los suelos al pequeño». Esta es una opinión recurrente en las tiendas de la capital que no están resguardadas bajo el paraguas de una gran marca. «Las rebajas», narran en Corner, «constituyen una especie de 'engañabobos'. Las multinacionales tienen rebajas en forma de promociones durante todo el año, contra eso no se puede competir». En Gass llegan a la deducción de que «el período de rebajas es muy largo, dos meses acaban por cansar a la gente; además, a la vez vamos recibiendo la temporada nueva de verano que no está rebajada, y eso confunde al cliente», concluye.

El presidente de la Federación Local de Comercio, Lorenzo Serrano, apoya una campaña de recogida de firmas para entregar a la Junta de Comunidades con el objetivo de que las rebajas vuelvan a estar regladas. «Sabemos que es un objetivo difícil», cuenta Serrano, «pero es que se legisla dejando de lado el pequeño comercio, que aglutina casi el 80% de los trabajadores del sector», explica.

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