Un informe aconseja la tala de un centenar de árboles en zonas del centro y el Gasset

Manuela Lillo
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El estudio determina que «hay una serie de árboles que tienen cierto riesgo» por factores como «la edad, el tratamiento o la afectación» y «muchos están en zonas complicadas»

La Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Ciudad Real cuenta con un informe en el que se aconseja la tala de más de 100 árboles que se encuentran ubicados en diferentes puntos del centro de la ciudad y en el parque de Gasset. Este documento es el resultado del estudio pormenorizado que encargó el anterior equipo de Gobierno a una empresa con el fin de conocer el estado en el que se encuentran y para tomar las medidas que fueran necesarias dentro de un Plan Director del Arbolado que puso en marcha tras la continua caída de ramas y árboles que se venía produciendo.  

El estudio se llevó a cabo entrenoviembre y diciembre y con él se analizaron 1.200 árboles ubicados en las plazas del Pilar, Cervantes, los jardines del Prado y el parque de Gasset, principalmente. En concreto, consistió en tres fases: una primera inspección ocular y de recopilación de datos, otra segunda en la que se llevaron a cabo estudios tomográficos que permitieron hacer una radiografía del interior de los árboles y la tercera de conclusiones y planteamiento de posibles medidas a adoptar. Así se puso de manifiesto en una visita que realizó la anterior alcaldesa, Rosa Romero, para inspeccionar la evolución del estudio el pasado 1 de diciembre.

El informe fue entregado por parte de la empresa al anterior equipo de Gobierno, que no lo hizo público, de manera que ahora ha sido asumido por el equipo de Pilar Zamora. El concejal de Urbanismo, Medio Ambiente, Obras y Servicios, Alberto Lillo, reconoció a La Tribuna que es un informe «delicado» porque revela que «hay una serie de árboles que tienen cierto riesgo» y que «muchos de ellos están en zonas complicadas; el Gasset, el Prado...»  En este sentido, recordó que la ciudad cuenta con un gran patrimonio verde, con alrededor de 28.000 árboles, «pero hay algunos que por edad, tratamiento, afectación o mil cosas» presentan una situación que ha hecho aconsejar su tala.

«Hay que mirarlo con tranquilidad y con sosiego», dijo el edil de Medio Ambiente, quien añadió  que «donde no haya problemas de seguridad hay que seguir estudiando antes de talar» con el fin de analizar las posibles soluciones, si bien aseguró que «si hay riesgo inminente para las personas, indudablemente, hay que quitarlos. Es mi opinión fundamental: donde haya riesgo para las personas, antes las personas que la posibilidad de que haya que talar», sentenció.

De esta forma, informó que los árboles que se aconseja talar se cifran «por encima de cien» y que puede existir «una mezcla» de factores que han motivado el estado que presentan. En este sentido, incidió en que «algunos son muy antiguos y, de entrada, se han visto afectados por plagas» y recordó que «la  grafiosis al olmo le pegó muy fuerte en su momento». Así pues, sostuvo que la especie «más susceptible» a esa posible tala son los olmos y que hay otros factores, como «el clima extremo» de la tierra y la «extrema aridez» que también han podido influir en este sentido.  

Alberto Lillo subrayó que la caída de árboles o ramas no sólo se produjo en la capital, sino que también ocurrió en lugares como Madrid «y en cualquier sitio, en parques además muy cuidados», dijo el concejal tras calificar de «excesivo» el decir que el parque de Gasset está mal y defender que a su juicio «está bien cuidado».

«Estudiar dos veces». «Antes de tomar medidas, siempre hay que estudiar dos veces», afirmó el concejal del ramo, quien explicó que es una cuestión que debe ser analizada desde el punto de vista técnico y barajar posibles «medidas alternativas» en el caso de que sea posible, ya que comentó que el informe puede ser «excesivamente radical».

La tala del centenar de árboles que aconseja el informe representaría un porcentaje muy pequeño del total que existe en la ciudad, que se eleva a 28.000, por lo que sólo supondría un 0,35 por ciento, si bien Lillo reconoció que «muchos de ellos están en zonas complicadas: el Gasset y el Prado».

La empresa que se encargó del estudio, Tecnigral, informó a raíz de la visita realizada en diciembre que había hecho un inventario de los 1.200 árboles que eran objeto de análisis y que los había documentado con 50 parámetros cada uno de ellos. Además, avanzó que habían seleccionado los que presentaban «más riesgo» para hacer un estudio «en detalle», que cifraron en 129 árboles. De ellos, indicaron que llevarían a cabo un proceso de testificación en 40, que era en los que tenían «sospechas de daños internos». Para el estudio, la empresa utilizó el tomógrafo, un aparato que genera una ecografía del corte transversal del tronco y determina si tiene o no una oquedad o madera descompuesta en el interior, así como hizo uso del resistógrafo, que sirve para determinar el porcentaje de madera sana que tiene el árbol.