Varias generaciones de carrioneros han compartido preparativos, conversaciones y buena comida en una jornada que ha comenzado muy temprano con una degustación de migas y gachas, antes del comienzo del aderezo de la carne de un cerdo de casi 80 kilos en canal. Con ella se han elaborado chorizos y la tradicional 'patatera', en una fiesta de olores y sabores durante la que pequeños y mayores se han encargado, primero de mezclar las especias, la patata, la cebolla y la sal, entre otros ingredientes, para los distintos tipos de embutido, y, después, de preparar las máquinas en las que se introduce la carne con las que se rellenan las tripas perfectamente limpias y reblandecidas en agua caliente. Hasta esta fiesta, como destaca la alcaldesa de la localidad, Ana María López, se han acercado hoy personas de toda la provincia e, incluso, llegados desde otros lugares de España, como Castellón.