«No vamos a impugnar el partido, no le vamos a seguir el juego al entrenador del CD Ciudad Real». Así de contundente se mostraba Leonardo García-Moreno, presidente del Daimiel RCF. El pasado miércoles el Deportivo accedía a las semifinales del Trofeo Diputación tras ganar 0-2 en Daimiel (en la ida había perdido 1-2), pero como el propio técnico visitante, Alberto Parras, señaló al final del encuentro, había incurrido deliberadamente en alineación indebida al utilizar a más de tres futbolistas del filial, norma establecida en la reunión previa a la disputa del torneo.  Así, jugaron el choque Esteban, Sevilla, Carreño y Luismi, canteranos con ficha en el CD Ciudad Real B.

Al finalizar el choque, el míster del Daimiel, Paco García-Moreno, relataba cómo Alberto Parras se dirigió a él para comunicarle la infracción cometida y que «impugnáramos el choque, que no le importaba para nada este torneo». Más contundente, Leonardo García-Moreno mantiene que «tuvo una actitud irrespetuosa con nosotros, de hecho nos ha tratado de idiotas.  Está despreciando a las instituciones, al Daimiel y a su propio equipo». El máximo dirigente espera que este hecho no enturbie las buenas relaciones que mantiene con el Deportivo, pero finalizaba su discurso señalando que «el CD Ciudad Real no se merece tener este entrenador».

Parras. Por alusiones, Alberto Parras explicó ayer que «les dije antes del partido cuál era la situación, y era que de los suplentes que llevaba sólo podía contar con uno, y fue Roma, ya que el resto viajaron para estar con el equipo, pero estaban lesionados. No se puede ser más sincero y de hecho al final comenté que incluso me parecía normal que impugnarán el partido».

(más información, en la edición impresa)