El carbón nos sigue trayendo buenas noticias tras conocer que Puertollano volverá a incluirse en el Plan de Comarcas Mineras que tendrá vigencia hasta el 2027 y que conllevará ayudas a la inversión, nuevas empresas, infraestructuras y la generación de empleo.

La alcaldesa, Mayte Fernández, en el Día de Santa Bárbara, recordó que Puertollano estaba “casi” fuera de este Plan y el cambio de gobierno ha facilitado la inclusión y que puedan llegar nuevas ayudas a la ciudad en casi la próxima década.

Fernández ha reconocido que las propuestas aún están muy verdes, es momento de reflexionar, aunque sí ha adelantado que serán más ambiciosos en proyectos e inversiones con respecto al actual Plan del Carbón con el que se ha sido más prudente, así como del inicio de un proceso de participación para tener en cuenta la voz ciudadana. En todo caso ha recordado que la convocatoria del Miner estará limitada a la recuperación de escombreras o eficiencia energética, y el objetivo es intentar que el Decreto se amplíe a otras necesidades de la industria o a la diversificación económica.

No obstante la mirada ahora está en la firma de los convenios específicos entre el Ministerio de Transición Ecológica y el Gobierno de Castilla-La Mancha para la financiación de los proyectos que traerán ocho millones de euros a Puertollano con destino a la mejora de los polígonos industriales y del carril bici a la Dehesa Boyal.

La alcaldesa aseguró que hay voluntad decidida de apoyo a la industria y a comarcas como Puertollano que sigue aspirando a que la industria sea el motor con un sistema productivo positivo y que revierta en empleo de calidad.

Mayte Fernández, ante el Monumento al Minero, dijo que hay es esencial reconocer nuestros orígenes, agradecer lo que nos ha dado y a la vez seguir aprovechando el sol, las energías renovables, la industria limpia, que tiene que ser el motor de crecimiento de Puertollano y generador de empleo. Al respecto no pierde su confianza que algún día la tecnología ofrezca una respuesta a que es posible transformar de nuevo carbón en energía limpia y confía en que vuelva a dar nuevas alegrías a una ciudad que imprime carácter, de corazón minero que sabe lo que es el esfuerzo y el  sufrimiento mucha gente que bajaba a la mina y que no sabía si volvería a ver a su familia.

Se ha puesto el punto y final a una etapa minera, pero sigue trayendo nuevas inversiones, en “un afán por superarnos, de participar en esa transición energética que se está planteando en todo el mundo y que nos mantendrá siempre a la cabeza de la industria”.

Una fiesta, según Fernández, en la que los recuerdos son una tarea colectiva hacia unos mineros que han marcado el carácter especial del corazón de los puertollanenses. “Sin el carbón no hubiéramos pasado de ser una villa dedicada a la ganadería y telares. Es un emotivo ejercicio de saber de dónde venimos hacía dónde vamos”.

Un recuerdo que también se hizo extensivo a las mujeres de Puertollano, de las madres, hermanas, hijas y esposas que todos los días iban con una talega con la comida a la mina a comprobar que sus seres queridos salían vivos de los túneles. “Esa manera de vivir nos ha hecho ser de una manera especial”.