Una nueva oportunidad fallida

Agencias
-

Israel y Hamas rompen en apenas dos horas una tregua de tres días acordada por ambas partes y retoman la violencia en una jornada en la que el Ejército hebreo mata a 120 palestinos

PALESTINOS INFORMAN DE 70 MUERTOS EN RAFAH Y ACUSAN A ISRAEL DE VIOLAR ALTO EL FUEGO - Foto: STRINGER

 
 
Apenas dos horas duró la declaración de buenas intenciones de Israel y Hamas, que, tras acordar una tregua de tres días en Gaza, volvieron ayer a endurecer la situación en la franja.
Según Tel Aviv, la culpa del fin del alto el fuego -en el que mediaron la ONU y Estados Unidos- la tiene la milicia islamista, que secuestró a un soldado hebreo en Rafah cuando solo se había cumplido una hora y media del cese de las hostilidades. El militar, de 23 años, se encontraba, al parecer, realizando un operativo contra un túnel a través del que miembros del grupo radical consiguen acceder a suelo judío, cuando fue raptado. Un hecho por el que el Ejército israelí comenzó un operativo de búsqueda y bombardeó las cercanías del paso, mientras retomó los ataques, en los que, a lo largo de la jornada, acabó con la vida de 120 palestinos.
Sin embargo, y a pesar de que el brazo armado de Hamas confirmó la captura del soldado, los islamistas afirmaron que el uniformado había caído en sus manos una hora antes de la entrada en vigor del alto el fuego, por lo que consideró que fue el país vecino quien rompió la tregua de tres días.
Al margen de la culpabilidad de unos u otros, lo cierto es que la situación volvió a recrudecerse. De hecho, el primer ministro hebreo, Benjamin Netanyahu, anunció que se tomarán medidas contra el movimiento radical y subrayó que «pagará las consecuencias de sus hechos».
«Israel hará todo lo necesario contra aquel que invoque su destrucción y cometa actos terroristas contra sus ciudadanos», agregó.
La comunidad internacional condenó duramente la ruptura del acuerdo adoptado la noche del pasado jueves e instó a ambas partes a retomar el diálogo y establecer una tregua «de manera inmediata» para poner fin a una violencia que se ha cobrado ya la vida de más de 1.500 palestinos y unos 60 en el bando judío.
Desde Washington, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, criticó duramente el rapto del militar y aseveró que la actuación de Hamas es «una escandalosa violación del alto el fuego negociado». En este sentido, indicó que la milicia «tiene que dejar en libertad de inmediato y sin condiciones al soldado», al tiempo que agregó que «la comunidad internacional tiene que intensificar los esfuerzos para que se ponga fin a los lanzamientos de cohetes por parte de Hamas, a los túneles bajo territorio israelí, así como al sufrimiento y la muerte de civiles».
En 2006, un comando islamista secuestró al soldado Gilad Shalit y lo tuvo retenido durante más de cinco años en Gaza hasta que lo intercambió por más de 1.000 presos palestinos.