Ahondar en el pasado

Europa Press / LT
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El interés creciente por la cultura de las motillas lleva al Instituto Geológico y Minero de España a impulsar una investigación sobre estas fortificaciones de la Edad de Bronce

Motilla del Azuer - Foto: /Fotos Pablo Lorente

La Motilla del Azuer, en Daimiel, se está convirtiendo en este 2014 en uno de los referentes turísticos de la provincia de Ciudad Real y de la región, pero su interés va más allá de las cifras que arrojan sus visitantes. El esplendor del yacimiento daimieleño está consiguiendo que sean muchos los organismos que han recuperado el interés por unas fortificaciones que datan de la Edad de Bronce, y que perseguían salvaguardar el agua, un bien preciado, de las posibles invasiones de poblados ajenos. El Instituto Geológico y Minero de España (IGME) va a investigar la cultura prehistórica de las motillas en la región, cuyo sistema de captación de agua consideran «el más antiguo de Europa».

Para el IGME, las motillas tienen su origen en una civilización que se estableció en La Mancha entre 1.500 y 2.000 años antes de Cristo, en plena Edad del Bronce. El nombre de las fortificaciones proviene «de su construcción más característica, un poblado fortificado con una altura entre 4 y 11 metros que solía construirse en llanuras y cerca de vegas de los ríos y depresiones pantanosas», según apunta el IGME y recoge Europa Press. Estudiar estos procesos hidroarqueológicos es para el Instituto Geológico «una necesidad que exige un equipo interdisciplinar de expertos».

El equipo de trabajo con el que contará el IGME para este estudio estará compuesto por científicos como Luis Benítez de Lugo Enrich (UNED), que coordinará los apectos relacionados con la arqueología, o César Esteban López, del Instituto Astrofísico de Canarias, qeu estudiará el vínculo entre los astros y los monumentos funerarios de la cultura de las motillas.

 Además, participará el investigador del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) José Antonio López Sáez, que analizará la conexión entre la cultura de las motillas y una gran sequía que se produjo en ese momento en La Mancha y los científicos del IGME Carlos Martínez Navarrete, Pedro Ibarra de la Torre y Miguel Mejías Moreno, que dirigirá el estudio. La investigación se financiará en un 50 por ciento a través de la subvención de 15.000 euros concedida el pasado 11 de julio por la Dirección General de Cultura de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en la convocatoria para proyectos de investigación del patrimonio arqueológico y paleontológico para 2014.

OTROS EJEMPLOS. La Motilla del Azuer, a once kilómetros de Daimiel, puede suponer un gran aliado en el estudio que pretende el IGME, ya que su grado de conservación ayuda a estudiar sobre el terreno la cultura que se desarrollaba en torno a estas motillas, junto a las que moraba una población de alrededor de cien habitantes.

En la provincia de Ciudad Real también contarán con otros ejemplos de motillas, como la Motilla de Malvecinos, en Carrión de Calatrava, sobre la que se remitió un informe a la Consejería de Cultura el pasado mes de septiembre y que se encuentra todavía pendiente de catalogación, pero cuya estructura interior también parece datar de la Edad de Bronce.