En el último año (de junio a junio), un total de 993 pacientes con sospecha de cáncer de piel han sido intervenidos en el Hospital General Universitario de Ciudad Real (HGUCR). De ellos, según el jefe del servicio de Dermatología, Guillermo Romero, «372 casos fueron por melanomas, tumores epidermoides y nevus displásicos (lunares atípicos». El resto, hasta 621, eran carcinomas basocelulares, una formas frecuente de cáncer de piel que suele aparecer en zonas expuestas al sol durante largo tiempo. En conjunto se trata de un 18 por ciento menos de los operados dos años antes, cuando pasaron por quirófano hasta 1.171 ciudadrealeños por esta causa. Con respecto a un año antes, la disminución del volumen de pacientes es de un 6,4 por ciento. Entonces, fueron intervenidas 1.057 personas.
Según los datos extraídos del programa Dercam, un total de 2.130 pacientes con esta patología han sido vistos en las consultas de Dermatología del HGUCR en los últimos doce meses. De ellos, 142 con diagnóstico de melanoma, el que menor incidencia pero peor pronóstico tiene. Así, aunque representa solamente en torno al cuatro por ciento de todos los cánceres que afectan a la piel, es responsable de ocho de cada diez muertes por neoplasias cutáneas. En el periodo que oscila entre 1980 y 2013, un total de 237 personas fallecieron por esta causa en la provincia. De ellas, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), 121 eran varones y 116 mujeres, lo que deja bastante claro que es un tipo de cáncer que no entiende de sexos.
Asimismo, 472 ciudadrealeños en vigilancia en el HGUCR durante el último año presentaban un tumor epidermoide, mientras que 1.509 fueron seguidos ante la presencia de un carcinoma basocelular. «En todos los países de raza caucásica está repuntando la incidencia de todos los tipos de cáncer de piel. Pero, en contrapartida, cada vez se detectan en fases más iniciales», asegura Romero. Un diagnóstico precoz que llega a nueve de cada diez casos.
La piel tiene memoria. Por ello, exponerse a la radiación solar de manera excesiva y sin protección tiene sus consecuencias, ya que favorece la aparición de mutaciones en el ADN de los melanocitos, las células de la piel encargadas de producir melanina. «Hay que evitar las quemaduras que causan los rayos ultravioletas», precisa el responsable del servicio de Dermatología del HGUCR incidiendo en que «el melanoma, junto a la leucemia, es el cáncer con mayor potencial de restar años de vida».
nuevas herramientas. Para los casos más avanzados, según apunta el experto, los profesionales médicos cuentan con nuevos anticuerpos monoclonales que van dirigidos contra antígenos del tumor demostrando una mayor respuesta al tratamiento y un aumento de la supervivencia. «La población de riesgo (personas con la piel clara que se queman fácilmente con el sol) con nevus displásicos tienen que ser seguidos en la consulta de dermatoscopia digital», explica Romero sin olvidar a «aquellos con antecedentes familiares». En ella, gracias al equipo FotoFinder, se realiza un mapa corporal con el objetivo de «monitorizar los lunares y ver su evolución en el tiempo» en cuanto a color, aumento de la superficie y volumen.