El consumo de antidepresivos y ansiolíticos repunta en 2012 para superar las adversidades

Raquel Santamarta
-

Desde que la crisis entrara en escena, en 2007, la prescripción del primer tipo de psicofármacos se ha disparado en la provincia casi un 17 por ciento al pasar de 399.996 envases a 467.729

Una joven depresiva, encerrada en la habitación. - Foto: La Tribuna de Ciudad Real.

Según revelan los estudios llevados a cabo por la Fundación Pfizer, los españoles dormimos menos, comemos peor, nos hacemos más adictos al alcohol y las drogas y tomamos más fármacos contra la crisis. «No descarto que exista una influencia de la situación socioeconómica en el consumo de hipnosedantes», explicó recientemente el delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Francisco Balbín, con motivo de la presentación de la última encuesta del Ministerio de Sanidad.

En la provincia de Ciudad Real su prescripción ha repuntado en 2012. Así, según los datos facilitados por el área de Farmacia del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), los médicos ciudadrealeños recetaron 467.729 envases contra la depresión, un 1,57 por ciento más que en 2011, y 595.725 cajas de tranquilizantes, un 0,28 por ciento más.

No en vano, mientras el consumo de ansiolíticos -las benzodiacepinas son el medicamento más utilizado- se mantiene, el de antidepresivos se ha disparado en la provincia desde que la crisis entrara en escena. De 2007 a 2012 su dispensación en las farmacias ha rozado un incremento del 17 por ciento, al pasar de 399.996 unidades a 467.729. Mientras estos se aplican de forma genérica en los casos en los que el enfermo adolece de una intensa melancolía, los primeros se recetan cuando lejos de controlar la ansiedad, la ansiedad controla su vida hasta dejarlos al borde un ataque de nervios. Y es que se trata del trastorno mental menor más común. Entre un 15 y un 20 por ciento de la población, mujeres en una proporción de dos tercios, lo sufrirá en algún momento de su vida, según las Organización Mundial de la Salud (OMS).

La jefa del servicio de Psiquiatría del Hospital General Universitario de Ciudad Real, María Antonia Carrasco, exponía en una entrevista concedida a este periódico más trastornos adaptativos vistos en consulta a consecuencia de una crisis cuyo principal exponente es el paro. En este sentido, aseguraba que «todo depende de la capacidad para encajar las adversidades porque hay gente que se hace más fuerte, pero otra que se hunde terriblemente». Unos tiran de determinación, otros de sustancias que les calmen.

Más información en la edición impresa.