Cuando el balonmano no cansa

Manuel Espadas
-

'Jota' Serrano, dispuesto a repetir un fin de semana con 25 horas en autobús y sendos partidos con el primer y segundo equipo del Alarcos

Dicen que todo en exceso cansa, hasta los boquerones en vinagre. Sin embargo, después de conocer la experiencia de José Juan Serrano el pasado fin de semana, es probable que este dicho no vaya con él si estamos hablando de balonmano. Y es que ‘Jota’ se subió en el autobús el sábado bien temprano (7.30 horas) con destino Gijón, donde disputó el partido de División de Honor Plata que enfrentaba al Alarcos con el Juanfersa Comunicalia (25-24). Nada más terminar, volvió a subirse al autocar para poner rumbo de regreso a Ciudad Real, donde llegaban sobre las 9.30 horas. Desayunó, rehizo la mochila y se marchó al Príncipe Felipe para jugar con el segundo equipo del Alarcos contra Villafranca (32-21). En total, 25 horas en el bus y dos más sobre la pista en un fin de semana agotador. «Me pidieron el favor porque era un partido importante, contra un rival directo, y como el balonmano me gusta, acepté. Ala vuelta de Gijón intenté descansar algo en el autobús. En el segundo partido estaba un poco cansado, pero aguanté bien», asegura Serrano, que eso sí, después se echó una siesta de dos horas y por la noche durmió 12 horas a pierna suelta. Y no es para menos.