El desafortunado accidente que sufrió el jugador de la UD La Fuente Ismael Santos en Bolaños de Calatrava ha reabierto el debate sobre la idoneidad de disponer en cada acontecimiento deportivo de personal médico cualificado, además de los medios necesarios. Una solución ideal pero que choca frontalmente con la realidad económica de las categorías más modestas.

Por ello, hoy en día la mejor solución para garantizar la seguridad de los deportistas, al menos en un grado mínimo, es la formación de los entrenadores, lo que consigue que en cada partido haya, como poco, dos personas capaces de realizar un primer auxilio en caso de que fuera necesario. Así lo subraya David Martín, director del Curso de Entrenador Básico que imparte en Ciudad Real la Escuela de Entrenadores de Fútbol de Castilla-La Mancha, dependiente de la Federación.

El exfutbolista recuerda que en la asignatura de Fisiología los aspirantes a entrenadores aprenden nociones básicas de vendajes compresivos, primeros auxilios, RCP (Reanimación Cardiopulmonar, DEA (utilización del desfibrilador externo automático)... «Es muy importante que los entrenadores de equipos de estas categorías estén bien formados en esta materia», reitera Martín, que recuerda que esta asignatura se imparte hasta en los cursos para monitores.

En este sentido, cabe recordar que la Diputación Provincial concedía hace unos días 101 desfibriladores a 57 ayuntamientos de la provincia, dentro de la convocatoria ‘Salva un Corazón, Salva una Vida’.