El consumo de energía en la industria cae por primera vez desde 2013

I. Ballestero
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La patronal atribuye a la inestabilidad política un retroceso del 1% en la actividad industrial

Primero fueron los datos del paro que aporta de manera mensual el Ministerio de Empleo y que evidenciaron tres meses consecutivos de incremento en las listas del desempleo los que pusieron en acento en la desaceleración de la recuperación económica; después la Encuesta de Población Activa devolvió en el primer trimestre del año a la provincia a la frontera del 30 por ciento de paro después de sumar 1.600 desempleados más en los primeros tres meses del año, y subrayó aún más un inicio de ejercicio que no había sido del todo bueno; y ahora es la actividad industrial la que se suma a la serie de alarmas que alertan sobre la ralentización del crecimiento en la provincia de Ciudad Real, después de que el consumo energético en las fábricas y empresas haya caído en el primer tercio del año con respecto al ejercicio anterior, algo que no pasaba en los tres últimos años. La Federación Empresarial de Ciudad Real (Fecir) avisaba hace unos meses y ahora su relato se ha convertido en una advertencia seria: «Debemos apelar a la responsabilidad política porque si la economía se para, será muy costoso volverla a arrancar», aseguró el presidente de la patronal, Carlos Marín.

La industria en la provincia de Ciudad Real está produciendo por debajo de lo que lo hacía el año pasado. Así lo evidencian los datos de consumo energético de Gas Natural Fenosa en la provincia, y a los que ha tenido acceso La Tribuna, que registran un descenso leve en el consumo de luz de las fábricas y empresas ciudadrealeñas en los cuatro primeros meses de este año respecto a la actividad que mantuvieron en el inicio del año. El descenso es de apenas el 1 por ciento, pero pone el foco en la inestabilidad de la recuperación: después de sumar dos ejercicios consecutivos al alza, la flecha vuelve a señalar hacia abajo. En los cuatro primeros meses de este año, las industrias de la provincia han consumido 141.929.073 kilovatios hora de energía, cuando el año pasado, en los meses de enero, febrero, marzo y abril la factura energética de la industria en la provincia alcanzaba los 143.657.101 kilovatios por hora.

Esa cifra corta la progresión registrada en los últimos años siempre al alza. Los datos de Gas Natural Fenosa mostraban un consumo de 132.552.640 kilovatios hora en el primer cuatrimestre de 2013, una cifra que en los cuatro primeros meses de 2014 se elevó un siete por ciento, ya que el repunte de la actividad industrial produjo un consumo de 141.716.527 kilovatios hora. El consumo industrial subió a pesar de que el consumo general en la provincia cayó en términos interanuales un dos por ciento (pasó de 691.347.527 kWh a 677.799.509 kWh), es decir, que aunque la población gastaba menos luz, las industrias consumían más energía que el año anterior. La situación volvió a repetirse al año siguiente, y mientras que el consumo total en el primer cuatrimestre era de 661.430.508 kWh, un dos por ciento menos que el año anterior, el consumo energético en las industrias fue de 143.657.101 kWh, un 1 por ciento más que en 2015. Los pasos adelante en la industria se han acabado, y el primer trimestre de 2016 ha supuesto un paso atrás.

Año perdido. El primer cuatrimestre del año también pone en cuestión la progresión del consumo energético industrial para lo que resta de ejercicio. En 2013, el consumo total de energía de la industria fue de 433.778.275 kWh, y el año siguiente creció un dos por ciento, hasta los 441.092.381 kWh. En 2015, el gasto de energía de las industrias de la provincia repuntó aún más, un 8 por ciento, hasta los 476.364.344 kilovatios hora; y esas crecidas se dieron mientras el consumo general en la provincia caía un siete por ciento entre 2013 y 2014, aunque repuntaba un seis por ciento en el año 2015. Ahora, la progresión del consumo energético industrial se ha detenido.

«La inestabilidad política que hasta ahora se traducía en cifras macroeconómicas está llegando a la industria provincial, a la empresa y a la pyme», explicó Carlos Marín, presidente de Fecir, que llamó a la responsabilidad política ante lo que considera que será «un año prácticamente perdido». Las elecciones, programadas para el 26 de junio «van a hacer que nos metamos al menos en el mes de septiembre quizá con un panorama muy parecido al que tenemos, y en un trimestre no se levanta un año», advirtió.

Para Marín, lo «grave» es que la situación parece no revertirse, «e incluso puede agravarse». «Hay quien habla de la posibilidad de unas terceras elecciones, o quienes en sus pactos antes de la votación ya van lanzando mensajes como la derogación de la reforma laboral, que sería nefasta», indicó, por lo que apeló a los partidos tradicionales «para que se den cuenta de que no podemos seguir así».