El año hidrológico rompe la época 'seca' del último lustro

Hilario L. Muñoz
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El trimestre de marzo a mayo 'salva' las cifras hídricas de la provincia y permite a la agricultura un ahorro en riego para cultivos de cereal o viña que Asaja valora entre el 20 o el 25 por ciento

479,3 litros por metro cuadrado es la suma de la lluvia recogida en el observatorio de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en el llamado año hidrológico y que comienza con el otoño meteorológico, el 1 de octubre, y finaliza con el verano, el 30 de septiembre. Los datos suponen un 17,5% más que la lluvia recogida en el periodo de referencia marcado en las últimas tres décadas 1980-2010 con 408 litros por metro cuadrado. Se trata, por lo tanto, de un buen año y que rompe una tendencia de sequía que comenzó en el año 2014 y que llevó a perder, desde esa fecha y hasta septiembre del año pasado, un año entero de lluvia. Con todo, las cifras muestran que el grueso de lluvias se recogió en cuatro meses, de febrero a mayo. El año hidrológico en España se calcula de octubre a septiembre con el objetivo de que las nieves caídas en el otoño y que se deshielan en primavera puedan incluirse en la estadística como precipitaciones del periodo.

Por épocas, el año hidrológico comenzó con un otoño que fue seco, sobre todo, si se atiende a los días de lluvia. Por ejemplo, en octubre hubo dos días con lluvias, pero de los 35,8 litros por metro cuadrado recogidos, 35,6 se recogieron en un día. En noviembre y diciembre ocurre igual, con un día en el que se recoge la mitad de la lluvia. «Es un mes seco con un día de lluvia y en el campo se tradujo así a niveles de pastos o setas», indicó Enrique Luengo, meteorólogo de la Aemet. Para hacer una idea, la suma de los tres meses 97,2 es inferior a la del otoño anterior, 164 hectómetros cúbicos.

En el final del invierno es donde se rompió la tendencia seca, sobre todo con ese periodo que comenzó la última semana de febrero, cuando había peticiones de la capital de un nuevo trasvase a Torre de Abraham por la sequía en el embalse de Gasset, y que abrió tres semanas consecutivas de lluvia. Marzo con 149,1 litros por metro cuadrado, muestra que en esa época se recogió un tercio de todo el agua caída este año hidrológico. Las lluvias tuvieron además continuidad en la primavera hasta junio en que volvió la época seca y se extendió por el verano. «Los veranos no mueven el año hidrológico», recuerdan desde la Aemet que apuntan a que en los datos de la capital para septiembre muestran la disparidad que suponen las tormentas de este periodo, ya que en Ciudad Real se han recogido 6,6 litros por metro cuadrado cuando en otros puntos de la provincia van por 40.

agricultura. Los datos del año hidrológico y la ruptura de la sequía suponen en el mundo agrario un ahorro de costes que el secretario general de Asaja Ciudad Real, Florencio Rodríguez, valora entre un 20 o un 25% para los cultivos herbáceos. «Ha sido un año hidrológico bueno para el sector agrario y en lo agronómico han sido positivas las lluvias porque han servido para que no tengamos problemas en las distintas zonas y cultivos», indicó. En este sentido, el argumento de la entidad se basa en que no se trata solo de la cantidad, del incremento de lluvia o de la recuperación de los embalses de este año respecto al anterior sino del ahorro que «hemos tenido por una primavera muy buena» y en la que «los agricultores hemos ahorrado mucha agua». Se trataría de ese ahorro de un 20 por ciento de riego en las superficies de cultivos herbáceos o de un 25 % de las necesidades de agua tanto en cultivos herbáceos como en la viña.

En los datos de pluviometría, Rodríguez apuntó que «ha sido un año bueno a nivel de lluvias con unas primavera extraordinaria» pese a que «las lluvias han sido irregulares en cuanto a las distintas zonas, con espacios favorecidos y otros muy al límite de lo que pueden ser las medias de los últimos años y que han sido más bien secos». Por este motivo, Rodríguez apuntó que el campo de la provincia necesita que «llueva más, para recuperar los acuíferos y los embalses» y señaló lo atípico que ha sido el año «en cuanto a las temperaturas» como se ha podido ver con una vendimia que regresa a su época. «Cada vez afecta más el cambio climático y aquellos que eran un poco reacios al cambio climático ven como está cambiando y afecta al comportamiento de los diferentes cultivos», comentó Rodríguez.

De cara al futuro, desde Asaja apuntaron que las próximas lluvias vienen marcadas por la sequía en los pronósticos, algo que la entidad confía en que cambie para repetir las cifras recogidas en primavera y el otoño y que sean beneficiosos para los agricultores. Desde la Aemet recordaron las dificultades de predecir las lluvias y apuntaron que lo que se mantendrá es el incremento paulatino de temperaturas.