Tiene alma de poeta, aunque solo unos pocos lo sabían. Pilar Astray es magistrada de la Audiencia Provincial de Ciudad Real y, por fin, «empujada» por su hija ha decidido publicar un poemario, el primero que ve la luz. Bajo el epígrafe Un alfabeto para amarse, Astray partiendo del poema Mi motivo descubre al lector el amor a la vida, a uno mismo, a la pareja, a los amigos, a la naturaleza... «Bastante dureza vemos todos los días, lo malo de la naturaleza humana, por eso quería reflejar lo bueno de la vida, de las personas», dice en declaraciones a este diario ante la presentación de su libro mañana, en el Museo López Villaseñor de Ciudad Real, a las siete y media de la tarde.

El día a día en los tribunales le recuerda que el mal existe «y duele por larga que sea la experiencia», asegura Astray tras confesar la necesidad de escribir a diario, poesía o pequeñas narraciones, nada que ver con las sentencias que dicta, aunque en ellas también asome su alma de poeta.

Su hija Pilar, conocida con el seudónimo Boadicea, ha sido el empuje, la fuerza para que Astray venciera miedos y mostrara su espíritu con un poemario ordenado, un recorrido a veces indómito, hasta salvaje, y tierno.

En presentación intervendrán la presidenta de la Audiencia Provincial de Ciudad Real, María Jesús Alarcón; la poeta y cineasta Boadicea ( su hija) y la editora Charo Fierro. Astray tiene palabras de gratitud para con todos ellos e insiste en que «no quería hablar de miserias humanas, sino de esperanza, de amor, de cosas buenas en lugar de las malas que vemos a diario», concluye la magistrada.