Urruchi reconoce a los retirados de la Guardia Civil por el prestigio dado

Pilar Muñoz
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El teniente coronel refrenda la vigencia de los valores de la Benemérita en el 172 aniversario y honra la memoria del duque de Ahumada que «premió en los hijos las virtudes de los padres»

El teniente coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil, Humberto Urruchi, resaltó ayer la labor del subteniente y de los agentes que han pasado a la situación de retiro porque han contribuido al prestigio de la Guardia Civil.

El máximo responsable del Instituto Armado en la provincia agradeció y reconoció en el 172 aniversario de la fundación de la Guardia Civil (13 de mayo de 1844) el legado que han dejado los agentes retirados. «Gracias al servicio que han prestado, su esfuerzo y entrega, la Guardia Civil goza de un gran prestigio».

El teniente coronel les recordó que está retirados del servicio activo, pero no de la Guardia Civil. «Está siempre será su casa», aseguró Humberto Urruchi.

En la conmemoración de los 172 años protegiendo a las personas y sus bienes, el jefe de la Comandancia centró su alocución en los tres pilares sobre los que el duque de Ahumada, fundador de la Guardia Civil, asentó la protección a los hijos del Cuerpo. En años anteriores repasó la historia del Instituto Benemérito, destacando los principios, valores y espíritu recogidos en la Cartilla del Guardia Civil. Pero este año, tras dar por sentado que todos conocen esta parte de la historia, se inclinó por contar otra quizá menos conocida. De este modo, Urruchi comenzó destacando la faceta humana del duque de Ahumada, que también pensó en atender a los heridos en acto de servicio, a los enfermos y a los huérfanos de la Guardia Civil.

 «Premiar en sus hijos las virtudes de los padres», remarcó el teniente coronel para, a renglón seguido, explicar que así nació lo que hoy se conoce como Asociación Pro-Huérfanos.

En su repaso por esta parte de la historia, detalló que en 1857, los hijos del Cuerpo son alojados en el acuartelamiento de San Martín, y en una casa particular, de municipio madrileño de Pinto, mientras se fundaba la compañía de Guardias Jóvenes en Valdemoro. En el mismo lugar se ubica hoy el centro de formación y enseñanza conocido como Colegio de Guardias Jóvenes duque de Ahumada.

En 1879 se creó una asociación general en el seno de la Guardia Civil para atender a los huérfanos y fue cuando nació la Sociedad de Asilos, que pasaría a denominarse Asociación Pro-Huérfanos. Todos los integrantes del Cuerpo contribuyen con una cuota mensual a atender los hijos de los compañeros fallecidos. Ese mismo año el marqués de Vallejo donó la finca ‘El Juncarejo’ y, poco después, Alfonso XII colocó la primera piedra, iniciándose las obras de construcción del colegio que lleva el nombre de su benefactor.

Las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl fueron incluidas en el proyecto con el fin de que las huérfanas de la Guardia Civil recibieran formación. En 1912 la finca ‘El Alba’, propiedad del Montepío de la Guardia Civil, conocida como ‘Las 40 Fanegas’, en el centro de Madrid, fue cedida a la Asociación de Huérfanos y se convirtió en el famoso colegio ‘Infanta María Teresa’.

El duque de Ahumada pensó  en los huérfanos de la Guardia Civil, en lo que querían ser guardias como sus padres y en aquellos que  preferían cursar otras carreras, subrayó Urruchi.

Vocación de servicio. El subdelegado del Gobierno, Fernando Rodrigo, destacó el espíritu de la Benemérita basado en notables principios y valores, y en una estricta disciplina militar. Del mismo modo, resaltó el servicios que presta a los ciudadanos velando por su seguridad y sus bienes «sin distinción ni partidismo», concluyó.

El acto conmemorativo estuvo presidido por el subdelegado del Gobierno, Fernando Rodrigo; la delegada de la Junta, Carmen Olmedo; y el presidente de la Diputación, José Manuel Caballero.

 

 

Menos robos

Los robos en el campo han disminuido por la vigilancia y «presión» que ejerce la Guardia Civil para evitar que se produzcan. Así lo aseguró ayer el subdelegado del Gobierno, Fernando Rodrigo, en el acto conmemorativo del 172 aniversario de la fundación de la Guardia Civil.

El teniente coronel, Humberto Urruchi, manifestó que siguen manteniendo reuniones con los agricultores e incrementado la vigilancia en la lucha contra las bandas de ladrones que actúan en el campo.

En cuanto a la plantilla, dijo que está en torno al 90% y, al hilo de ello, destacó la profesionalización de los guardias civiles, cada vez más especializados gracias a los cursos de formación que reciben.

Ayer fue un día grande para la Guardia Civil que condecoró al capitán Juan Bravo, al cabo primero Francisco Javier Buitrón y a los guardias civiles: Pedro Pérez, Javier Esquina, Juan Carlos Gálvez y Félix Fernando Núñez de Arenas.

Del mismo modo, la Guardia Civil reconoció la labor de los que han pasado a la situación de retiro: el subteniente Francisco Jiménez, Miguel Ángel Fernández, Pascual Martínez, Antonio Morales, Emeterio Muñoz, Manuel Sánchez, Leonardo Ortiz, Francisco Chaparro y Roberto Fernández.