El Parque Nacional de Cabañeros mejoró en 2013 sus cifras de visitantes, con un tímido repunte del 4 por ciento respecto al año anterior, lo que supone casi 3.500 turistas más registrados en sus centros de interpretación (en concreto, 3.466). En total, fueron 84.616 las personas que realizaron rutas o visitaron los museos de las distintas localidades integradas en el parque, frente a las 81.150 que se registraron al cierre de 2012.

Aunque este dato supone un ligera mejora respecto al año pasado, queda aún lejos del pico de afluencia que Cabañeros registró en 2010, con un récord de 92.578 turistas, que sería un nueve por ciento más que actualmente. Pese a ello, el año que se acaba de marchar fue, por ejemplo, mucho mejor que 2007, cuando aun siendo año de bonanza económica, sólo llegaron 71.979 personas al entorno del parque, por lo que si se toma ese año como referencia se ve un aumento de un 17 por ciento.

La causa de esta mejora hay que buscarla en el clima. La llegada de visitantes fue discreta en los primeros meses del año, pero en mayo las cifras experimentaron un fuerte incremento, animadas por una primavera tardía. No obstante, la ‘temporada alta’ sigue siendo la berrea, a principios de otoño. Según indica el director y conservador del parque, Antonio Ruiz Serrano, en abril, mayo y octubre hubo una media de 11.500 turistas el mes.

Más allá de los datos, importa también la percepción sobre su impacto económico en la zona. Según Ruiz, «los restaurante y hoteles han trasladado la percepción de que la berrea fue muy buena, claramente mejor que la de 2012», lo que hace sospechar un repunte. Así se corroboraba entonces, con un 70 por ciento de plazas ocupadas en el arranque del otoño, el 23 de septiembre. No obstante, el presidente de la Asociación de Turismo Sostenible de Cabañeros, José Ignacio Vega, señala que «algo ocurre cuando hay más de 84.000 visitantes y se siguen cerrando negocios», por lo que subraya que «uno de los proyectos de la asociación es arrancar el compromiso de las administraciones para impulsar el turismo de la zona». «Los empresarios de la zona llevan esperando perspectivas de futuro desde la creación del parque y ahora sólo quieren hechos», afirma.

perfil del visitante. ¿Cómo son esos 84.616 turistas que se interesan por Cabañeros? La dirección del parque sólo dispone de un dato procedente de 600 encuestas, que no es una muestra representativa pero sirve para tomarle el pulso a la comarca. Un 35 por ciento son parejas y un 14 por ciento, familias de cuatro miembros, con niños.

Más importante es saber de dónde proceden, y en este caso los datos no son esperanzadores. Casi dos tercios (73 por ciento) provienen del entorno cercano (Madrid, 40 por ciento; Toledo, 20 por ciento; y Ciudad Real, 13 por ciento) y hay un significativo cuatro por ciento que llegan desde Valencia. Esto, a juicio de Ruiz, obliga a realizar «un esfuerzo importante para dar a conocer el parque nacional» y a «demostrar que es un atractivo turístico», puesto que no tiene influencia fuera de las fronteras más cercanas. De hecho, la cifra de visitantes es muy inferior a la del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, con unos 400.000 anuales, o a la del Parque Natural de las Lagunas de Ruidera.

Para incentivar el turismo, Ruiz avanza que «habrá cambios», pero que «conllevan una inversión importante» y «están por concretar». Mientras tanto, la Asociación de Turismo Sostenible de Cabañeros está llevando a cabo varias iniciativas, como el Festival del Ciervo (cuya segunda edición se celebró el pasado mes de octubre) y las primeras Jornadas Etnológicas que se desarrollaron este fin de semana.

Auge de las rutas fáciles y gratuitas

El balance de 2013 en Cabañeros deja algunas pistas de por dónde debe ir el futuro del parque nacional. Según se desprende de las cifras facilitadas por su director-conservador, Antonio Ruiz Serrano, los recorridos más demandados vuelven a ser los gratuitos. Así, 11.727 personas realizaron la ruta del Boquerón del Estena, por ser una de las más sencillas, apta para quienes no están habituados a andar por el campo. A ellos hay que sumar otro millar que realizan esta ruta desde el camping de Navas de Estena, de forma libre.

El segundo lugar lo ocupa la del Chorro de Los Navalucillos, que registró solo 400 menos personas que la anterior, hasta situarse en 11.389. «Es de dificultad media-baja, ya que sólo hay una cuesta que presenta algo de complicación», describe Ruiz.

En tercer lugar, la oferta de ocio más demandada es la ruta en vehículo todoterreno por la raña, el área más emblemática del parque. Un total de 6.828 personas eligieron este itinerario, prestado por una empresa externa. La razón hay que buscarla en el precio. Según figura en la web, la entrada general cuesta 28 euros por persona, excepto los niños menores de 10 años, que pagan 20. No obstante, es la única manera de conocer esta zona restringida del parque y esto hizo que el pasado mes de septiembre, el parque tuviera que ampliar un turno más para los fines de semana para atender las necesidades de los turistas.

CENTROS. Aparte de las rutas, los turistas también muestran interés por el resto de recursos culturales y turísticos. El centro de interpretación más visitada es el de Casa Palillos (Pueblo Nuevo del Bullaque), que cuenta con un museo donde se exponen los valores naturales y sala de proyección. Allí acudieron 19.000 personas. El segundo más visitado es el del pantano de la Torre de Abraham, con 13.403 visitas, que a su vez es inicio de la ruta por una senda botánica con muestras de bosque mediterráneo y entrada a un área recreativa.

Pese a que estas rutas se encuentran bastante asentadas, los técnicos del parque siguen trabajando para que sea más accesible sin descuidar su principal labor, que es la de conservación. así, Ruiz anunció que se están modificando las rutas en todoterreno, que se está intentando abrir una senda a pie en la zona de la raña y que «casi es una realidad» la existencia de rutas en bicicleta. Actualmente, la raña tiene muchos caminos que actualmente se dedican a la gestión del parque, por lo que se está estudiando la viabilidad de abrir alguno e ellos al público.