Las agresiones a médicos y enfermeros «son un problema de la sociedad en general; cada vez somos más impaciente" los, intolerantes e incluso agresivos. La bata blanca ya no impone. Así lo aseguraron ayer dos policías del Equipo de Interlocutor Policía Nacional Sanitario que impartieron una clase práctica en el Hospital General Universitario de Ciudad Real para enseñar al personal sanitario pautas para prevenir las agresiones, para lidiar con pacientes o familiares belicosos.

Javier Galván, comisario de Policía adscrito a la Comisaría General de Seguridad Ciudadana que ejerce el papel de interlocutor de policía nacional sanitario, acompañó a las agentes que impartieron la charla y, en declaraciones a La Tribuna, explicó las pautas de asesoramiento, dotar al profesional sanitario de herramientas de disuasión y prevención ante comportamientos agresivos de determinados pacientes.

Del mismo modo, el comisario Galván consideró que hay concienciar a la sociedad del importante papel que desarrollan los profesionales sanitarios y «desde el ámbito de la seguridad vamos a apoyar y afianzar que no se produzcan episodios de agresiones».

De su lado, el gerente del Hospital General Universitario de Ciudad Real, Alberto Jara, destacó la importancia de la clase práctica impartida por las dos policías expertas en la materia ya que enseñaron a los profesionales sanitarios cómo prevenir y hacer frente a las agresiones de pacientes, ya que cada vez son más frecuentes aunque la mayoría, por fortuna, son verbales. De ahí que considere clave la vía de comunicación para prevenir estos episodios violentos.